Hemos pedido a nuestros poetas en nómina un resumen en verso de los acontecimientos más significativos del año que termina, pero nos han mandado directamente a paseo.
–"Mucho trabajo", han respondido los muy gandules.
–Pues haced al menos un pronóstico del año que entra.
–"Bueno, bueno... Ya veremos".
Y aquí tienen ustedes el resultado:
PRONÓSTICOS
por Monsieur de Sans-Foy
Pronósticos me pides, pronósticos te doy:
el año que comienza precisamente hoy
será la repanocha. (Palabra de Rajoy).
Será despampanante, porque la Economía,
que ya hace tantos años que está en la enfermería,
se va a quitar las vendas y hasta la lencería.
Veremos asombrados bajar el paro obrero,
llegar el día treinta sobrándonos dinero...
(lo que no sucedía ni cuando Zapatero).
Las gentes industriosas de tierras catalanas
pasarán del hechizo de los cantamañanas:
Oirán sonar dinero, en lugar de sardanas.
Los últimos etarras (ya no va a ser un bulo)
saldrán de nuestras vidas metiéndose en un zulo.
(Bien está. Que se vayan a tomar por el... )
¿Y los perdonavidas, los chulos Podemos?
Dejarán de mostrarse radicales y extremos
y van a ser amables... para que les votemos.
De su dura cabeza, donde va atornillada,
quitará Anasagasti la crujiente ensaimada
y saldrá a la palestra con la calva pelada.
Nuestros próceres viejos van quedándose atrás.
Sólo hay uno que empieza, y es lo más de lo más.
Ni Mariano ni Pedro: ¡Le Petit Nicolás!
Fray Josepho y el menda nos haremos amigos:
En lugar de escrutarnos nuestros propios ombligos,
nos daremos la mano. Son ustedes testigos.
Estos y otros prodigios con los ojos veréis.
Si fallara en alguno... ya vosotros sabéis:
lo guardáis para enero del 2016.
AUGURIOS
por Fray Josepho
–¿Qué porvenir profetizo?
–Plomizo.
–¿Qué mañana es el que indago?
–Aciago.
–¿Y cómo se ve el futuro?
–Oscuro.
No les miento, se lo juro.
He consultado mi oráculo,
y se atisba un espectáculo
plomizo, aciago y oscuro.
***
–¿Quién bajará su caché?
–Mesié.
–Y el pobre… ¿por qué desciende?
–No aprende.
–¿A qué? ¿Se puede decir?
–A escribir.
Pues tal es el porvenir
y la constatación trágica
que he visto en mi bola mágica:
Mesié no aprende a escribir.
***
–¿Cuál es mi solicitud?
–Salud.
–¿Qué encargo también espero?
–Dinero.
–¿Y como último favor?
–Amor.
Queridísimo lector,
aunque el futuro esté feo,
este año le deseo
salud, dinero y amor.