Cuando uno es el Elegido para regenerar un país, no puede relajarse nunca. Es la servidumbre de líderes como Pablo Iglesias, que tiene que estar veinticuatro horas al día y siete días a la semana, sin descanso, en guardia contra el capital y en defensa de la gente corriente. Cinco minutos después de las campanadas de Fin de Año, Pablo ponía este tuit:
Veo el anuncio de coca-cola y pienso en sus trabajadores y sus espartanas que luchan por la dignidad. Que su ejemplo nos guíe en 2017 ✊ pic.twitter.com/oUVAFSCLBD
— Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) 31 de diciembre de 2016
Y acababa con el emoticono de un puño, sobre la foto de un grupo de manifestantes.
Fíjense en ese sintagma: "Sus trabajadores y sus espartanas". Interesante variatio estilística. No "sus trabajadores y sus trabajadoras", ni "sus espartanos y sus espartanas".
En fin, que Pablo, además de intensito, tiene madera de poeta.
Relájate, Pablo, un poco;
no te enciendas, no te subas.
Come tranquilo las uvas,
y no te me vuelvas loco.
No has de estar siempre en el foco
como ejemplo de activismo.
Que el mundo gira lo mismo
si te fumas dos canutos
y dejas cinco minutos
en paz al capitalismo.