El domingo, Mariano Rajoy se hizo carne en Granada. Y, en una comparecencia conjunta con el primer ministro de Irlanda, respondió a tres preguntas de los periodistas. La noticia es que la comparecencia fue sin pantalla de plasma por medio. Por lo demás, lo único destacable es el énfasis que puso en descartar cualquier cambio en su Gabinete, pues aseguró estar "muy satisfecho" de todos los ministros por "su pundonor, su esfuerzo y su coraje". Me recordó a la rueda de prensa de un entrenador de fútbol cuyo equipo está a punto de perder la categoría.
Defienden con bravura los colores,
sudando hasta el final la camiseta.
Su entrega es inequívoca y completa
pues son unos tenaces luchadores.
Acaso llegarán tiempos peores,
mas su moral no tiene ni una grieta.
Le pido a la afición que no esté inquieta,
pues de esta lid saldremos vencedores.
No vamos a cejar, en absoluto;
la lucha es hasta el último minuto.
Que nadie, en este aprieto, se relaje.
Y cambios... nunca haré. No los contemplo,
pues todo el Gabinete es un ejemplo
de pundonor, de esfuerzo y de coraje.