Si todavía no se han enterado ustedes de la que ha liado Victoria Rosell, la diputada (exjuez) de Podemos, en el aeropuerto de Gran Canaria, es buen momento para enterarse. Y no es la primera vez.
Yo soy la juez de Podemos.
Yo soy más progre que el Che.
Y a mí ningún picoleto
puede pedirme el carnet.
Porque yo soy diputada
y encima, además, soy juez.
¡Que soy la juez de Podemos,
que soy Victoria Rosell!
¿Yo, el DNI? ¡Estamos locos!
Como diputada sé
que a mí no puede tratárseme
como a la gente de a pie.
¿Pero usted qué se ha creído?
Venga, identifiquesé.
¡Que soy la juez de Podemos,
que soy Victoria Rosell!
Oiga, a mí no me registre.
Que yo soy VIP, mirusté.
¿Sabe con quién está hablando?
Ya se la devolveré.
Se va a enterar del paquete
que le vamos a meter.
¡Que soy la juez de Podemos,
que soy Victoria Rosell!
¡Que venga su comandante!
¡Los fascistas como usted
son los que han encarcelado
a Bódalo, el de Jaén,
tan buenísima persona,
tan bonachón como es!
¡Que soy la juez de Podemos,
que soy Victoria Rosell!
Sepa que tengo derecho
a sala VIP con ujier,
a que me lleven los bultos,
a que me sirvan café,
y a que un fisioterapeuta
me dé masaje en los pies.
¡Que soy la juez de Podemos,
que soy Victoria Rosell!
Me he quedado con su cara.
Si llegamos al poder,
prepárense los fascistas
represores como usted.
Ya tendrá noticias mías.
Lo dicho: preparensé.
¡Que soy la juez de Podemos,
que soy Victoria Rosell!