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Fundación Heritage

Egipto: una razón para la agitación popular

Las luchas en Egipto ponen claramente de manifiesto una verdad fundamental: la libertad económica es importante.

Aunque millones de personas han marchado de nuevo por las calles de El Cairo durante estos días, aún resulta imposible saber si la reedición de las manifestaciones llevará a las tan necesarias reformas económicas y políticas que el pueblo ha exigido. Sea como fuere, las luchas en Egipto ponen claramente de manifiesto una verdad fundamental: la libertad económica es importante.

Una economía nacional durante mucho tiempo estancada ha mantenido a muchos de los 80 millones de ciudadanos egipcios privados de oportunidades. La economía lleva más de una década en la categoría de "mayormente controlada" del Índice de Libertad Económica de la Fundación Heritage. Antes de la Primavera Árabe, Egipto había puesto en marcha una serie de reformas sobre las regulaciones empresariales, pero eran algo meramente superficial. Durante los últimos dos años se han pospuesto e incluso desbaratado las mejoras que tanto necesita el país para salir adelante. Y, lo que es peor, la efectividad de las reformas que podrían haber ayudado a abrir los mercados y a mejorar la productividad se ha visto debilitada por un frágil Estado de Derecho y la falta de un compromiso serio para instaurarlo.

Para muchos egipcios de a pie, la resolución de la crisis económica es clave. Están exigiendo una economía que funcione y que se rija por el Estado de Derecho. Sobre todo los jóvenes se sienten cada vez más frustrados ante el obsoleto sistema económico y la desalentadora realidad. La continua falta de reformas económicas ha alimentado el descontento desde 2011, con unas finanzas públicas que se han consumido en los extensos subsidios a la alimentación, la energía y otros servicios básicos.

Durante demasiado tiempo, El Cairo ha estado posponiendo las extremadamente necesarias reformas económicas estructurales. El depuesto presidente Mohamed Morsi ha estado más centrado en ampliar su propio poder y en consolidar el control de los Hermanos Musulmanes que en cumplir los objetivos declarados de la revolución democrática, lo que no ha hecho sino agravar la situación económica.

Como señaló el analista de la Fundación Heritage Kim Holmes, "a menos que se cambien las estructuras económicas de Egipto (…) el verdadero motivo del descontento, la falta de libertad y oportunidades económicas, persistirá y estrangulará a la joven democracia egipcia en su misma cuna". Las elecciones democráticas no modificarán la desafortunada realidad de la vida cotidiana de los egipcios. El auténtico motor del cambio será la libertad económica.

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