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Fundación Heritage

Estados Unidos y la regulación excesiva

Estados Unidos se está convirtiendo en la tierra de la sobrerregulación y su vitalidad empresarial se está viendo drenada.

Estados Unidos se está convirtiendo en la tierra de la sobrerregulación y su vitalidad empresarial se está viendo drenada cada vez más debido a la expansión masiva del Estado administrativo.

Según un nuevo informe del Instituto de la Fundación por la Libertad y las Oportunidades Económicas de la Fundación Heritage,

la regulación gubernamental, en número y costo, siguió subiendo en 2014, intensificando el control de Washington sobre la economía y la vida de los estadounidenses. La adición de 27 nuevas normativas de amplio espectro elevó el recuento de los primeros seis años de la Administración Obama a 184, con decenas de otras normativas en la recámara. Sólo el costo de estas 184 normativas alcanzará unos 80.000 millones de dólares anuales, según estiman los reguladores (...)

Hay muchas más regulaciones en camino, con otras 126 económicamente importantes en la agenda de la Administración, como por ejemplo directivas para los agricultores en el cultivo y cosecha de frutas y verduras, límites estrictos en el acceso al crédito para miembros del servicio y otro rediseño de las bombillas de la luz.

Francamente, los empresarios generadores de empleo en Estados Unidos andan desanimados al ver el alcance y el costo de la escalada burocrática.

Desde 2009, la expansión del control regulatorio del Tío Sam ha sido uno de los principales responsables del alarmante declive de Estados Unidos en libertad económica y competitividad global. Cada nueva orden ha significado la creación de una nueva burocracia del Estado con la que empresarios y productores tienen que enfrentarse.

Peor aún, la tendencia sobrerreguladora de la economía de Estados Unidos también ha producido clientelismo y perjudica nuestro sistema de libre mercado.

Como informa el Índice 2015 de Libertad Económica, en el que los países suman puntos según la calidad y el atractivo de su estructura empresarial, Estados Unidos se mantiene atascado en el segundo nivel de la clasificación de libertad económica, siendo hoy solamente una economía mayormente libre, con la libertad empresarial hundiéndose a su nivel más bajo desde 2006.

Este aumento de la carga regulatoria, agravado por el favoritismo hacia afianzados grupos de intereses, ha hundido marcadamente el históricamente dinámico crecimiento empresarial de Estados Unidos. Un análisis de 2014 publicado por la Brookings Institution muestra que, con los cierres empresariales que ya superan las nuevas formaciones de negocio, el dinamismo empresarial en Estados Unidos ha estado disminuyendo constantemente.

A la luz del excesivo y costoso marco regulatorio, no es de extrañar que la recuperación económica de Estados Unidos haya estado lejos de ser dinámica. Menos estadounidenses pueden prosperar en esta economía excesivamente regulada.

Si no tomamos medidas decisivas, esta creciente burocracia seguirá perjudicando la economía de Estados Unidos y tendrá un impacto negativo en la vida de muchos estadounidenses de a pie. Restaurar la libertad económica de Estados Unidos en última instancia tiene que ver con reforzar el dinamismo de libre mercado que asegure oportunidades para todos, pero sin favoritismos para nadie. El momento de actuar es ahora.

Anthony B. Kim - Heritage Foundation.

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