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Fundación Heritage

Obamacare tira de Hollywood para llegar a los hispanos

Se pretende utilizar tramas hollywoodienses con el objetivo de enviar a los hispanos el mensaje de que se deberían inscribir.

Con el desastroso lanzamiento de la página web de Obamacare y con millones de americanos quedándose sin sus planes de seguro médico, está claro que las cosas no le están yendo bien a la medida estrella del presidente.

Acabamos de ver una nueva prueba de lo preocupados que están los defensores de Obamacare: las noticias dan cuentan de una iniciativa para utilizar tramas hollywoodienses con el objetivo de enviar a los hispanos el mensaje de que se deberían inscribir. Y no es la primera vez que los defensores de los programas del gobierno han hecho uso de los programas de radio y televisión para ganarse a la mayor minoría del país.

Associated Press informaba el otro día de que el California Endowment está financiando una enérgica iniciativa para vender Obamacare a hispanos y jóvenes adultos. Dedicará medio millón de dólares a instruir a guionistas de Hollywood sobre cómo "producir relatos convincentes en horario de máxima audiencia que motiven a los americanos a inscribirse", indicaba AP. En total, la fundación con sede en Los Ángeles se gastará unos 130 millones de dólares "en anuncios y otras iniciativas pro inscripción, dirigidos principalmente a los hispanos".

Si hubo alguna vez un caso de confluencia de capitalismo clientelista, gobierno omnipresente, Hollywood, medios de comunicación progres y la Academia, es éste.

Piense en el ejemplo del California Endowment, una fundación establecida en 1996 y financiada por Blue Cross de California. Recibe fondos federales por parte de sus funciones. Su presidente, Robert K. Ross, es miembro de la junta de Covered California, el sistema especializado de seguros médicos establecido por Obamacare.

Para promover Obamacare entre los de Hollywood, el California Endowment dará fondos al Centro Norman Lear de la Universidad del Sur de California (USC), que usará el dinero para reunirse con guionistas y prepararlos sobre cómo entrelazar narrativas que promocionen Obamacare en los programas de televisión que se emiten en las cadenas que emiten en español.

Martin Kaplan, decano de la Escuela de Ciencias de la Comunicación de USC, donde tiene su sede el Centro Norman Lear, fue absolutamente explícito acerca del objetivo de la iniciativa:

Sabemos por estudios de investigación que cuando la gente ve programas de entretenimiento, incluso si saben que se trata de ficción, tienden a creer que en realidad la [información] es fáctica.

Norman Lear sabe cuánta razón tiene Kaplan sobre la influencia del papel que el entretenimiento puede tener en el debate político nacional. Lear, que se mantiene en activo a los 91 años, era el guionista y productor de televisión que tanto hizo por cambiar las costumbres de Estados Unidos en los años 70 con programas como Todo en familia, Maude y Good Times.

Estas exitosas comedias hicieron que males sociales como las rupturas matrimoniales (el personaje de Bea Arthur en Maude se casó cuatro veces) y la dependencia de la asistencia social parecieran ser lo habitual. Los programas de Lear alcanzaron su máxima popularidad desde principios de los 70 hasta bien entrada la década de los 80, coincidiendo exactamente con el momento en el que empezó a aumentar la población hispana.

Más o menos en la misma época, las escuelas públicas, en nombre de la sensibilidad cultural, dejaron de enseñar a sus estudiantes los valores sobre los que se había fundado Estados Unidos. Muchos nuevos inmigrantes (incluido quien les escribe) que buscaban pistas culturales tuvieron la versión de Estados Unidos ofrecida por la televisión y poco más. Un buen número de familias inmigrantes a las que conocimos durante ese periodo pensaban que la ficción descrita en los programas de Lear era el auténtico Estados Unidos.

La nueva iniciativa salida del Centro Norman Lear es única porque está reuniendo de forma consciente a muchas fuerzas progresistas para convencer a los hispanos de que se inscriban en Obamacare. Sin embargo, la Administración Obama ya ha utilizado anteriormente la televisión para influir sobre los espectadores acerca de otro programa federal.

El año pasado, la web Daily Caller pescó a la Administración Obama usando las radionovelas (que, al igual que las telenovelas, son clásicas en las cadenas de habla hispana como Univision) para reclutar más hispanos en el programa de cupones para alimentos. El argumento de uno de los 10 episodios producidos por el Departamento de Agricultura se centraba en vencer las reticencias de una mujer hispana a hacer uso de la ayuda pública.

Un personaje llamado Ramón, defensor del uso de los cupones para alimentos, le ofrece a una mujer, llamada Diana, una manzana: "Pruébala Diana. Mírame". Ella la muerde y Ramón le dice: "Ahora puedo seguir comprando manzanas y otras frutas". A lo que ella responde: “Pero no necesito la ayuda de nadie. Mi esposo gana lo suficiente como para cuidar de nosotros”. Ramón, exasperado, le responde: “Ay, chica, cuándo vas a aprender…”. Tras un aluvión de críticas, el Departamento de Agricultura abandonó la serie.

Abatir el orgullo natural de las personas y su reticencia a depender de la asistencia social es el recurso de aquellos que quieren que el gobierno se haga omnipresente de la forma que sea. Quizás no aprecian el inmenso costo que tiene para estas comunidades el minar su autosuficiencia. Una vez que las iglesias, los clubes y las organizaciones sociales dejen de proporcionar sus servicios porque "el gobierno lo hará", es casi imposible que vuelvan a hacerse cargo de ellos.

Los progresistas son extremadamente astutos a la hora de utilizar el entretenimiento y poderosas instituciones culturales para llevar a cabo sus iniciativas. Los conservadores saben cómo quejarse por ello, pero hasta ahora se han visto claramente superados.

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