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Fundación Heritage

Recordando la tragedia del Challenger

En menos de cinco minutos, el presidente Reagan sufrió con una nación, honró a sus héroes perdidos y demostró nuestra determinación colectiva.

América conmemoró el 25 aniversario de la tragedia del Challenger. El 28 de enero de 1986, EEUU perdió a siete valientes exploradores –Dick Scobee, Michael Smith, Ellison Onizuka, Judith Resnik, Ronald McNair, Gregorio Jarvis y Christa McAuliffe– cuando la NASA perdió por primera vez una nave en vuelo.

La pérdida del Challenger marcó uno de esos momentos intensos en la historia que son inolvidables y que incluyen recordar el lugar donde uno estaba cuando sucedió.

Millones de personas de la Generación X estaban en aulas, cafeterías y bibliotecas escolares esperando para mirar por televisión el vuelo histórico de Christa McAuliffe, una profesora de Concord, Nuevo Hampshire, cuyo vuelo fue programado para inspirar a futuras generaciones de exploradores, científicos y soñadores.

En la tarde de aquel 28 de enero, el presidente Ronald Reagan se dirigió a la nación desde la Oficina Oval. En un momento que ayudó a definir el carácter y la compasión de la presidencia de Reagan, el presidente habló directamente a esos escolares cuando dijo: "Sé que es duro de entender, pero algunas veces sucesos dolorosos como éste pasan. Es parte de la exploración y el descubrimiento. Es parte del proceso de expandir los horizontes del ser humano. El futuro no pertenece a los temerosos, le pertenece a los valientes. La tripulación del Challenger nos estaban conduciendo hacia el futuro y nosotros la seguiremos".

El presidente Reagan también se comprometió a que Estados Unidos seguiría adelante con la exploración espacial a pesar de la tragedia y celebró la apertura de nuestro programa espacial a pesar de los desafíos a los que nuestra nación tuvo que hacer frente durante la Guerra Fría: "Yo siempre he tenido gran fe y respeto por nuestro programa espacial. Y lo sucedido hoy no los afecta. Nosotros no ocultamos nuestro programa espacial. No lo mantenemos en secreto y tapamos las cosas. Lo hacemos todo de frente y en público. Así es la libertad y nunca la cambiaremos. Continuaremos con la conquista del espacio".

En menos de cinco minutos, el presidente Reagan sufrió con una nación, honró a sus héroes perdidos y demostró nuestra determinación colectiva. Como Reagan dijo a la nación americana: "La tripulación del transbordador espacial Challenger nos honró con la forma cómo vivieron sus vidas. Nunca los olvidaremos, no olvidaremos la última vez que los vimos con vida esta mañana mientras se preparaban para el viaje y nos decían adiós al mismo tiempo que ‘se soltaban de los lazos opresores la Tierra’ para ir a ‘tocar el rostro de Dios’".

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