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Gabriel Moris

Si queremos, podemos

El 29 de abril hice llegar al presidente una carta con 56.013 firmas pidiendo que se investigue el 11-M. Pasados tres meses, no he recibido respuesta alguna.

El 29 de abril hice llegar al presidente una carta con 56.013 firmas pidiendo que se investigue el 11-M. Pasados tres meses, no he recibido respuesta alguna.

La actualidad informativa acapara algunos asuntos que impiden el tratamiento de otros temas, en mi opinión troncales, para comprender y poder solucionar problemas derivados de los mismos.

Yo denomino troncales a los asuntos de los que derivan hechos o situaciones que podrían modificar el curso normal o previsible de la historia o de la simple convivencia. Entre estos asuntos que ocupan la actualidad informativa se encuentran el fenómeno Podemos, las corruptelas de nuestras clases dirigentes, la guerra en Oriente Medio y el abatimiento del avión malasio en Ucrania.

Vamos a hacer algunas reflexiones en torno al último de los hechos citados. Este suceso ha conmocionado al mundo, entre otras cosas, porque se trata del segundo aparato de Malaysia Airlines que se siniestra en pleno vuelo. La pérdida de casi trescientas vidas y el dolor de los familiares de las víctimas son suficientes motivos para que sea noticia preferente en los medios de comunicación. Si a ello unimos la guerra larvada en la zona y las circunstancias personales de las víctimas se comprende aún mejor la repercusión internacional de la noticia.

Ante este desgraciado acontecimiento, nuestro Gobierno – con su presidente a la cabeza– ha reaccionado en tiempo y forma. Esperamos que no se trate de una salva para quedar bien ante la opinión pública.

Rajoy dijo que el mundo tiene "derecho" a saber quién fue el autor de la "salvajada" que supuso el supuesto derribo por un misil del avión de Malaysia Airlines. Concretamente, esto fue lo que declaró:

El mundo tiene derecho a saber qué es lo que ha ocurrido, y el mundo tiene que hacer todos los esfuerzos para evitar que una salvajada como ésta pueda volver a tener lugar.

Nada que reprochar. Sí quisiera manifestar, como víctima del 11-M, el agravio comparativo que siento ante la distinta vara de medir que emplea el presidente del Gobierno para un crimen tan salvaje como el de Ucrania.

La clara intencionalidad de los criminales y la indefensión de las víctimas (de varias nacionalidades) son elementos comunes a ambas salvajadas. España no estaba en guerra en el 2004, difícilmente se podía imputar la autoría a un contendiente en una. Sí sería de justicia internacionalizar la investigación, pues la que se ha realizado, sin éxito, en España, aparte de incompleta se ha circunscrito al ámbito nacional. ¿Alguien puede pensar que conocemos plenamente la trama, los autores y las consecuencias del 11-M? ¿Se han arbitrado medidas para impedir otro atentado similar? Lo que pedimos y exigimos para el crimen de Ucrania, ¿no lo debemos pedir y exgir para nuestro atentado? Si así lo hiciéramos, resultaríamos más creíbles personal y colectivamente.

Se da la circunstancia de que el presidente, desde que ocurrió el atentado hasta su llegada a La Moncloa, ha manifestado en repetidas ocasiones que el 11-M debe investigarse hasta su total esclarecimiento. ¿Hay razones para no hacerlo ahora?

El 29 de abril hice llegar al presidente una carta con 56.013 firmas pidiendo la investigación por él deseada. Pasados tres meses, no he recibido respuesta alguna.

A pesar de todo, yo sigo creyendo que si, todos queremos, podemos.

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