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Disminuye la pobreza en la región

Mientras en España aumenta el número de pobres, debido a la crisis económica y a la inmigración descontrolada de los años anteriores, en la mayoría de los países iberoamericanos la pobreza está disminuyendo.

Mientras en España aumenta el número de pobres, debido a la crisis económica y a la inmigración descontrolada de los años anteriores, en la mayoría de los países iberoamericanos la pobreza está disminuyendo.

Entre los datos conocidos en los últimos meses, el más reciente es de Chile. Según la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional, presentada por el presidente Sebastián Piñera hace unos días, la pobreza en el país disminuyó de un 15,1% en 2009 a un 14,4% en 2011. La pobreza extrema (indigencia) bajó desde un 3,7% en 2009 a un 2,8%, que supone la cifra más baja desde 1990, cuando comenzó a realizarse la encuesta; es decir, en torno a 148.000 personas han salido de la indigencia.

En Brasil, según la Organización Internacional del Trabajo la pobreza se redujo un 36% desde 2003. Ese porcentaje representa a 27,9 millones de personas, que se han incorporado a las capas más bajas de las clases medias. Las causas de este progreso son el crecimiento económico, la reducción de la economía informal y los planes sociales y de transferencia de rentas.

En Colombia, la pobreza en 2011 bajó al 34,1% de la población, más de tres puntos menos respecto al 2010, y la indigencia de 12,3% a 10,6%. Y en Perú, 5,7 millones de peruanos salieron de la pobreza entre 2006 y 2010, porque la tasa bajó de un 58,5% a un 30,8% en ese período, casi 30 puntos porcentuales.

Al igual que en otros países del continente, como Bolivia, Argentina y Venezuela, los citados en los párrafos anteriores también aplican planes estatales y conceden subsidios a las gentes que se hallan en situación de pobreza y miseria. Sin embargo, la diferencia entre Chile, Perú, Colombia y Brasil respecto a Bolivia, Argentina y Venezuela es que el primer grupo no elabora esos planes con la finalidad exclusiva de comprar votos y milicianos y, además, recurre a políticas de seguridad jurídica, promoción de las inversiones y apertura de mercados, que no hacen depender la reducción de la pobreza de los precios internacionales de la soja o del petróleo.

Quienes han salido de la miseria en los países populistas pueden regresar a ella en un santiamén, por la inflación, el corralito, la delincuencia o la voluntad del líder máximo.

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