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El mundo según Zapatero, 1

El programa electoral del PSOE estaba claro: se quería más Europa y menos América de Bush, más multilateralismo y menos política nacional, menor número de intervenciones armadas y más cooperación y ayuda al desarrollo. Estaba escrito, obviamente, antes de la terrible tragedia del 11-M, cuando la amenaza del terrorismo internacional quedaba desdibujada y era aún abstracta.
 
Desgraciadamente, no parece que los atentados del pasado jueves hayan cambiado los conceptos o las prioridades del señor Zapatero: en sus primeras manifestaciones públicas como candidato electo se ha reafirmado en su idea de que el terrorismo islámico nos ataca por la postura del gobierno del PP en Irak y que es necesario retirar las tropas españolas de ese país si la ONU no toma las riendas políticas de la situación allí.
 
Zapatero y el PSOE asumen una idea no sólo equivocada sino peligrosa: que Al Qaeda nos ataca por lo que hacemos mal en el mundo. Aún peor, que aislándonos de los problemas del mundo musulmán y árabe, pasaríamos desapercibidos por los terroristas. Si bien ese argumento podía ser debatible el 10 de marzo, resulta insostenible el 12. Ya ha tenido lugar un brutal ataque y ese ataque, buscada o inconscientemente, ha venido acompañado de un claro mensaje: 200 muertos bastan para hacer caer un gobierno comprometido activamente con la lucha antiterrorista. Si, además, el nuevo ejecutivo socialista hace lo que dice que quiere hacer, retirarse de Irak, el mensaje será doble: el terror no sólo cambia el mapa político allí donde golpea, sino que vence en su suelo de origen. ¿Quién va ser el próximo?
 
El Gobierno tiene ahora una clara responsabilidad, impedir que otro 11-M tenga lugar en España. Pero tiene que saber, por muy inmaduro que esté todavía, que no se puede hacer depender la seguridad de los españoles de la buena voluntad de los terroristas, sino que hay que garantizarla venciendo al terror. Y vencerlo significa protección de nuestro territorio y también y sobre todo la voluntad de perseguirles allí donde sea necesario. Los santuarios para los terroristas sabemos muy bien para qué han servido en la lucha contra ETA; dejar el oriente Medio o cualquier otro país musulmán como base de operaciones de Al Qaeda no nos va a dar mejor resultado.
 
Por desgracia, el PSOE de Zapatero ha necesitado 200 víctimas mortales y millar y medio largo de heridos para dar un vuelco inesperado a las elecciones. Que no se nos olvide la destrucción y el dolor causado. El mundo no es un lugar seguro, pero lo que haga el nuevo gobierno que busque reducir la inseguridad no generar más a la larga. ¿Puede asegurarnos Zapatero que con la retirada de Irak viviremos más seguros aquí y en Europa? España ha pagado un precio terrible por defender los valores de la libertad y la democracia. Enterrando la cabeza para no ver los problemas ni a los avestruces les da ya resultado.
 
GEES: Grupo de Estudios Estratégicos.

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