La propuesta de disolución de la Guardia Civil lanzada por el PSOE es una muestra más del grado de desorientación e insolvencia en que vive instalado el principal partido de la oposición. Entre los muchos disparates que se les podrían haber ocurrido a los socialistas, es difícil encontrar uno con implicaciones estratégicas más negativas para nuestro país que el de disolver este Cuerpo de Seguridad de naturaleza militar.
En el plano exterior, la Guardia Civil se ha convertido en un instrumento cada vez más importante de la proyección internacional española. Así, la Guardia Civil tiene presencia actualmente en más de veinte países incluyendo Irak, Afganistán, Timor y el África Subsahariana. La Guardia Civil es de hecho la institución más demandada por los Estados Unidos y el resto de los aliados para acometer cualquier misión de paz. El General al mando de las tropas españolas en Irak lo resumía ayer muy gráficamente: “la Guardia Civil podría resolver en un mes el 75% de los problemas de la policía iraquí”. Sólo la gran demanda de seguridad interna y la escasez de sus efectivos actuales impiden que esa proyección estratégica de la Guardia Civil no sea aún mayor.
En el plano interno, la Guardia Civil es hoy el principal instrumento del Estado en la lucha contra el terrorismo, contra la inmigración ilegal y, progresivamente, contra el crimen organizado. Es además la institución mejor valorada por los ciudadanos tras la Corona. Tanto la valoración de los españoles, según el último estudio del CIS, como su eficacia es superior a cualquier otro cuerpo de seguridad nacional, autonómico o local.
La ocurrencia del PSOE hubiera sido por tanto un disparate en cualquier caso, pero anunciarla en un momento en el que España se enfrenta a la amenaza global del terrorismo y al desafío de una ofensiva nacionalista lleva el error a límites francamente peligrosos y delirantes. Así, no puede ser más paradójico que el mismo día que Xavier Arzalluz afirmaba que sólo la Guardia Civil podría impedir la independencia unilateral del País Vasco y que la Consejera de Interior de la Generalitat catalana solicitaba más guardias civiles en Cataluña, el PSOE apuntara la desaparición del Cuerpo. El despropósito no podría haber sido mayor.
La propuesta resultaría enormemente inquietante sino fuera porque la falta de credibilidad del PSOE de Zapatero sólo es equiparable a su nula posibilidad de ganar las próximas Elecciones Generales. Aún así, produce cierta lastima que este país no pueda tener una oposición política mínimamente presentable.
GEES: Grupo de Estudios Estratégicos.
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