Menú
GEES

El yihadismo aprovecha

Los terroristas detenidos confesaron que se iban a utilizar para atentados suicidas, uno contra un cuartel y el otro contra la Embajada de Francia.

Las revueltas árabes en el norte de África han hecho pasar a un segundo plano la realidad del terrorismo yihadista, sus acciones e incluso la lucha contra el mismo. Bueno es recordar que sigue siendo una verdadera amenaza y que nada debe distraernos de combatirla.

Aprovechando las corrientes liberalizadoras, dos famosos predicadores argelinos, un salafista supuestamente arrepentido–Abdelfateh Zeraoui– y el cofundador del Frente Islámico de Salvación (FIS), Hachemi Sahnouni, acaban de enviar una carta al presidente Abdelaziz Buteflika pidiéndole la liberación de los islamistas aún encarcelados para acabar definitivamente con lo que ellos llaman "guerra civil".

Cómo si no se hubieran liberado ya bastantes terroristas. Según Zeraoui, serían unos 7.000 los terroristas a liberar, y pretende que tal desatino pueda colarse en el marco de las reformas políticas que Buteflika ha prometido para exorcizar toda posible revuelta. Esperemos que se imponga la cordura y no la impunidad.

Es en la vecina Mauritania donde las autoridades y la población saben bien ahora de lo que son capaces los terroristas. El 2 de febrero efectivos de la Guardia Republicana lograban abortar un gran atentado en la capital, Nuakchott, planificado por Al Qaida del Magreb Islámico (AQMI): interceptaban dos vehículos cargados de explosivos, estallando uno de ellos en el intercambio de fuego y provocando el pánico en la ciudad. Los terroristas detenidos confesaron que se iban a utilizar para atentados suicidas, uno contra un cuartel y el otro contra la Embajada de Francia. Cinco días después AQMI emitía un comunicado afirmando que uno de los objetivos era el presidente mauritano, Mohamed Ould Abdel Aziz.

AQMI ve ahora en Abdel Aziz a uno de sus principales enemigos, capaz de perseguirles incluso en suelo extranjero –en Malí– y de realizar operaciones combinadas con los "cruzados" franceses contra ellos. Dos juicios recientes celebrados en Nuakchott han dictado además sentencias contra terroristas de AQMI, profundizando en el frente judicial: el 15 de marzo Mohamed Abdallahi Ould Ahmednah era condenado a muerte por asesinar al trabajador humanitario estadounidense Christopher Leggett en el barrio de Ksar el 23 de junio de 2009, y otros cuatro terroristas eran condenados también a la pena capital el 22 de marzo y otro a cinco años de cárcel por secuestrar a una pareja de italianos en 2009 por los que AQMI obtuvo un jugoso rescate.

El mismo 21 de marzo el ministro francés de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, rechazaba las exigencias de AQMI para liberar a los cuatro rehenes que aún conserva de los siete que secuestró en septiembre en Níger. Exige por ellos dinero y presos, como hiciera por los cooperantes españoles, y los mantiene en la región de Timetrine, en el norte de Malí, a un centenar de kilómetros de la frontera argelina, en manos del sanguinario Abdel Hamid Abu Zeid, asesino de dos rehenes –un británico y un francés– y quien a nombra a su falange con el pomposo nombre de "Tarik Ben Zyad", quien dirigiera la invasión de España en el 711.

En Internacional

    0
    comentarios