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España y la lucha contra el terror

El actual gobierno socialista, y con particular resonancia su ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, afirma insistentemente que su retirada de Irak no significa un abandono de su compromiso en la lucha contra el terrorismo internacional, como debería dejar claro el envío de unos mil soldados a Afganistán. Pero la verdad es que no lo deja nada claro. Al contrario, otras decisiones no tan aireadas apuntan a que, en realidad, Zapatero y Moratinos nos están mintiendo otra vez. Y no es sólo que la contribución española a la lucha contra el terror en Afganistán pasara por una misión dual (la contribución a la operación Libertad Duradera, de la que Moratinos y Bono se han olvidado, y la fuerza de estabilización, ISAF, que es a donde vamos a ir con el refuerzo). También se ejercía en la patrulla marítima que una Fragata española realizaba, con su debido apoyo logístico (un buque petrolero de aprovisionamiento) en aguas del Indico. ¿Nadie se acuerda ya de la toma del buque coreano con misiles Scud a bordo? Pues bien, esa presencia naval ha sido retirada de la zona y del mando de la operación Libertad Duradera sin explicación alguna por parte del gobierno.
 
No es sólo Irak, siendo grave, lo que se abandona por tanto. Zapatero, Moratinos y Bono parecen buscar querer dejar de lado cualquier cooperación operativa con los Estados Unidos en este terreno. El hecho es aún más grave si se tiene en cuenta que, gracias a presencia de la fragata, un almirante español ejercía el mando de la operación contra el terrorismo en esa zona del mundo. Traernos a puerto el buque es, por tanto, abandonar voluntariamente la estructura de mando, ni más ni menos.
 
En los últimos años todos los jefes militares habían apostado por hacer valer su peso no tanto por el número -como ahora parece hacer Bono- como por desempeñar posiciones de mando. El Almirante Torrente, responsable del despliegue de la Armada en los últimos años, y ahora a la vera del Ministro Bono, debería poder explicárselo. Nadie mejor que él para defender unos ejércitos modernos y asimilables a los de nuestros vecinos y no a la mano de obra barata del Tercer Mundo. Pero algo se debe oler ya el gobierno cuando no se atreve a ondear ante los votantes de izquierda su retirada naval de la lucha contra el terrorismo.
 
Ante esta opacidad cabe preguntarse si la Armada española sigue realizando operaciones en el marco de la Proliferation Security Initiative, de interdicción de buques con cargas sospechosas y, más en concreto, de protección al libre tránsito de buques mercantes por las aguas del estrecho de Gibraltar. Hay que subrayar lo de mercantes porque el Tireless no necesita escolta alguna.

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