La fe de Zapatero y de Caldera es digna de elogio: no sólo creen en los “cascos azules” de la ONU, sino que son capaces de compaginar dicha ilusión con la retirada, al mismo tiempo, de las tropas que hoy patrullan Irak. Los líderes socialistas deberían evitar caer en tonterías sin fundamento histórico alguno, salvo que su desconocimiento se exculpe por su afán de hacerle daño al Gobierno cueste lo que cueste.
Zapatero debería conocer un poquito, sólo un poquito, la ONU. Para empezar, las Naciones Unidas no pueden ser la solución a los problemas de Irak porque no cuentan con los medios necesarios, ni la preparación, ni el personal, para hacerlo. En sus mejores momentos, a comienzos de los años 90, la ONU logró desplegar cerca de 60.000 cascos azules en una docena y media de misiones de paz, pero rápidamente tuvo que disminuir su esfuerzo al no conseguir sostener la contribución de sus miembros.
En segundo lugar, los cascos azules han sido empleados siempre con la aceptación de las partes en conflicto, bien como observadores, bien como fuerza de interposición y, cuando ha sido necesario imponer la paz, como en la antigua Yugoslavia, la ONU ha hecho mutis por el foro y ha dejado paso a combatientes de verdad, como la OTAN. En Irak no les espera a los cascos azules más que un enemigo, o enemigos, activo, no un trozo de tierra de nadie que guardar.
Por último, ¿de dónde piensa el secretario del PSOE que salen los cascos azules? No por generación espontánea, sino de los ejércitos de sus miembros, incluida España. ¿Aceptaría que nuestros soldados corrieran mayores riesgos simplemente porque cambian la insignia de España por el azul ONU? La ONU ha sido incapaz siempre, dramáticamente en este caso, de defenderse así misma. Cuando de verdad llegan los malos, llama infatigablemente a otros para que le saquen las castañas del fuego, normalmente los Estados Unidos, a quien tanto gusta criticar. ¿de verdad prefiere que el Presidente español pierda el mando y se lo entregue a Koffi Annan?
Los Gobiernos rara vez hacen lo que dicen que van a hacer, aunque Aznar sea una notable excepción. El PSOE nunca cumplió sus promesas. Baste recordar el referéndum de la OTAN. Así y todo, eso no justifica que Zapatero se eche al monte. Tiene gente detrás –el propio Felipe González– que le deberían explicar qué es una oposición responsable. Así las cosas, o Zapatero tiene una visión piadosa, y por lo tanto ingenua, de la ONU e Irak o, maquiavélicamente, le importa un comino la seguridad de nuestros militares en su soñado camino a La Moncloa.
GEES: Grupo de Estudios Estratégicos
En España
0
comentarios
Servicios
- Radarbot
- Libro