Menú
GEES

Politización militar

¿Qué pensarán los militares del actual JEMAD, que no entra en el debate sobre la naturaleza de la misión de los efectivos españoles en Afganistán u que afirma que hay regresar cuanto antes de aquel país aunque primero mandemos más soldados?

Comienza el nuevo año, también para las Fuerzas Armadas. Con la celebración de la Pascua Militar se inauguró el presente curso. Una fiesta que antaño fue puramente castrense –una reunión del Rey, como mando supremo de las Fuerzas Armadas, con una representación de los tres Ejércitos– y que se ha ido convirtiendo en un acto político donde priman la voz –y hasta la vestimenta– del Gobierno y sus representantes. Hoy en día es un político, en este caso la ministra de Defensa, quien en nombre de los militares se dirige al jefe de las Fuerzas Armadas.

Carmen Chacón hizo un balance del año y aventuró las acciones e intenciones políticas para el próximo, llegando incluso a exigir el consenso parlamentario para la nueva Ley de Derechos y Deberes, que dicho sea de paso anuncia por enésima vez. Una regañina que todos han coincidido en que podía habérsela ahorrado para otros ámbitos de actuación como son el Congreso y el Senado. Un discurso el de la ministra que no fue si no un síntoma más de la creciente politización de las Fuerzas Armadas por parte del Gobierno socialista.

Este peligroso proceso fue acelerado ya en su día por Bono y Alonso con el cese de algún que otro general como prueba de fuerza, y en un claro intento a lo largo de sus mandatos de buscar la "sintonía" política con mando militar. De ahí el triunfo de los generales y almirantes "políticos", vinculados al PSOE. Véase el servilismo exhibido por el anterior JEMAD, el general Félix Sanz Roldán.

Es natural que el poder político tenga la última palabra a la hora de decidir sobre la elección del JEMAD y asigne esa responsabilidad a alguien que merezca su plena confianza. Pero no hay que dejar de lado su imagen ante el resto de la institución. Toda la cúpula militar, así como su credibilidad y confianza, es un referente para los ciudadanos de uniforme. ¿Qué pensarán los militares del actual JEMAD, que no entra en el debate sobre la naturaleza de la misión de los efectivos españoles en Afganistán, que afirma que hay regresar cuanto antes de aquel país aunque primero mandemos más soldados, y que responde con evasivas ante cuestiones delicadas como el secuestro del Alakrana?

Nadie le pide que entre en disquisiciones políticas que por lógica corresponden a los políticos, ni que lance críticas contra la máxima autoridad civil. Pero se espera algo más del que se reputa único asesor militar del Gobierno, el último escalón en el proceso de toma de decisiones de carácter operativo y –se supone– dentro de la organización militar.

Con este panorama, con falsas promesas y politización, con los recursos interpuestos contra la ley de la Carrera Militar, con el escaso presupuesto de Defensa, y con la celebración de la fiesta de la Pascua Militar damos por inaugurado el nuevo año para las Fuerzas Armadas. Podemos asegurar que dentro de un año serán menos fuerzas y menos armadas.

En España

    0
    comentarios
    Acceda a los 1 comentarios guardados