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Prensa y táctica terrorista

En Irak, como en Israel, los grupos terroristas y paramilitares islamistas están empleando una táctica no novedosa, pero sí provechosa; esconderse entre la población civil de la policía y el ejército

Si el pensamiento maoísta dejó un legado importante en los grupos terroristas de medio mundo, es el de la afirmación de que las sociedades occidentales son débiles y no soportan la muerte, ni la propia ni la ajena. Por ello los terroristas buscan conseguir el mayor número de muertos, y lo hacen de la forma más fácil posible: entre la población civil. Pero además, hoy utilizan a ésta de una forma más sutil y despiadada, como escudo humano frente a las fuerzas del orden. Es lo que hoy está pasando en Irak.
 
En Irak, como en Israel, los grupos terroristas y paramilitares islamistas están empleando una táctica no novedosa, pero sí provechosa; esconderse entre la población civil de la policía y el ejército. Establecer sus bases entre ella y trasladar a zonas pobladas la lucha contra los americanos constituye su táctica hoy. Principalmente por tres razones.
 
En primer lugar, porque el Ejército norteamericano o iraquí se lo piensa dos veces antes de ir a por ellos; parece ridículo tener que recordarlo a estas alturas, pero los terroristas buscan víctimas civiles, y los americanos tratan de evitarlas. Éstos evitan intervenir allí donde las bajas civiles son previsibles, y aquellos buscan precisamente por ello esconderse entre la población civil. Al hacerlo se aseguran cierto grado de impunidad, el que resulta de la reticencia occidental a involucrar a la población civil.
 
En segundo lugar, esconderse entre inocentes civiles permite al terrorista esquivar mejor la acción policial cuando se produce. Aunque la progresía lo ignora y oculta, lo cierto es que el primer requisito de los norteamericanos en Irak es causar las menores bajas civiles posibles. El uso de la fuerza se limita necesariamente ante un poblado o zona urbana, aunque se sepa infestado de terroristas. Éstos, conscientes de ello, aprovechan precisamente estas zonas para atrincherarse y mezclarse con mujeres y niños. Saben que la fuerza empleada será menor y más limitada, y que los soldados americanos serán más vulnerables.
 
En tercer lugar, los terroristas saben que cualquier civil muerto en un enfrentamiento con los soldados norteamericanos pasa a contabilizarse directamente como víctima de ellos. Los terroristas en Irak son perfectamente conscientes de que Europa y Estados Unidos se hacen responsables así mismos de cualquier tipo de muerto. Desencadenar un combate en una zona urbana y producir víctimas civiles en el fuego cruzado favorece a sus intereses, lo saben y lo provocan. Pueden salir corriendo hacia el desierto, pero a continuación lo harán con las imágenes en la mano hacia la CNN o la BBC.
 
Ésta es la táctica de los terroristas en Irak, que une dos principios; un profundo desprecio por la muerte de mujeres y niños inocentes y un excelente olfato propagandístico, en el que participan desde Al-Jazeera hasta nuestros bienpensantes medios de comunicación. Éstos se apuntan con entusiasmo e ignorancia a respaldar la estrategia terrorista, que consiste en buscar el enfrentamiento entre civiles para cargar los muertos a Estados Unidos. Estrategia que debiera repugnar cualquier sensibilidad, siempre y cuando no esté convenientemente anestesiada por lo “políticamente correcto”.

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