Lo que Madrazo ha venido a decir es que le gustaría dar dinero a ETA-Batasuna pero que no existe “cauce legal” para ello. Esta declaración demuestra la eficacia de la legislación antiterrorista y de sus medidas coactivas porque, en el marasmo inmoral de la política vasca, está visto que no se puede confiar en la buena voluntad democrática de algunos partidos. Quiere Madrazo “salvar” a su compañera Bilbao de las consecuencias legales de su ya largo apoyo al nazismo terrorista de ETA-Batasuna y, sólo por ello, prefiere que no disponga este grupo totalitario de fondos del Parlamento Vasco.
Este cautela comunista revela, asimismo, que el proyecto de convergencia de los partidos nacionalistas (PNV y EA) con ETA-Batasuna no atiende ni a consideraciones morales ni legales. Pretenden salirse con la suya aceptando de buen grado, como su propia doctrina, el totalitarismo violento de la banda terrorista y quieren hacerlo, además, con absoluto desprecio a la legalidad vigente y al Estado de Derecho. El nazismo vasco sin caretas.
Habrá que aplicar la ley, por tanto, que es la única garantía de los ciudadanos ante esta ofensiva violenta. Y habrá que preguntarse por qué algunos, convirtiéndose en colaboracionistas, todavía quieren al PNV en “la solución”. La única “solución” con el PNV es la final. Sí, la misma que la de los nazis.
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