Menú
Gorka Echevarría

El estado moroso

Después de 15 años de disputa, el Parlamento Europeo aprobó el pasado 15 de junio una directiva sobre medidas de lucha contra la morosidad. Sucintamente esta directiva pone en su sitio a los estados miembros que postergaban hasta lo impostergable los pagos por los servicios contratados con el sector privado. Si en 30 días, salvo pacto contrario en contrato escrito, no se paga lo debido, corren intereses de demora a cargo de la Administración (el tipo de interés del BCE más siete puntos).

Lo que parece extraño es que esta directiva sólo regula las contraprestaciones en operaciones comerciales entre empresas privadas o públicas o entre éstas y los poderes públicos, pero no regula las operaciones en las que intervienen consumidores, tal y como ha manifestado Pere J.Brachfeld.

Pero la directiva da dos años de plazo de adaptación a los estados miembros, quizá demasiados para el Estado, siempre dispuesto a gozar de unos privilegios que al resto de los mortales se les niega. El fundamento último de esta sinrazón se debe a que el Estado, al hacer impersonal el poder, consigue que todo lo que hacen los burócratas no se le pueda imputar a alguien en concreto. Aparte de que parece obvio que el Estado es más ineficiente que el sector privado y que si jugara en iguales condiciones que cualquier empresario no mantendría su clientela ni a sus proveedores (¿alguien va a suministrar a un moroso en el mercado? Si eres un Estado, sí). Otro punto crucial es que la coacción ha permitido al Estado imponer normas a los ciudadanos que él no cumplía porque se regía por el Derecho Administrativo, un ordenamiento creado ex profeso para él. Ahora, al parecer, la entrada en la UE está limitando los agravios que se infligen a los particulares en favor del Estado.

Estos pasos son decisivos para reducir los poderes del Estado y ampliar la autonomía individual, pero todavía queda mucho por hacer hasta llegar al Estado mínimo soñado por cualquier amante de la libertad. Es el momento de que el Cobrador del Frac se acerque a las Administraciones públicas.

En Libre Mercado

    0
    comentarios