Las elecciones a la presidencia norteamericana se aproximan. La izquierda mundial reza para que Bush no sea reelegido. Por ello, no debería chocar que el financiero George Soros, uno de los hombres más ricos del mundo, haya decidido gastarse 75 millones de dólares en la campaña del candidato demócrata a la presidencia Howard Dean.
Soros se ha convertido en uno de esos ricos que, para pedir perdón por sus triunfos, aceptan las premisas de la izquierda y se convierten en los paladines de la “solidaridad” y el anticapitalismo. Lo son cuando critican a Bush por plantear la supresión del Impuesto sobre Sucesiones o cuando escriben libros donde echan pestes contra el mismo sistema que les dio la oportunidad de hacer su fortuna, el capitalismo.
Pero Soros, además, tiene un pasado. De tan progresista que es, en 1992 especuló contra la libra y obtuvo un pingüe beneficio de 1,1 millardos de dólares expulsando a la libra del Sistema Monetario Europeo. De este modo, arruinó a miles de humildes inversores. También parece que tuvo algún papel en la crisis asiática de 1997, y recientemente ha especulado contra el dólar y en favor del euro, haciendo que los americanos paguen más por cada bien importado.
El pasado 5 de Noviembre, Soros acusó en una conferencia a Bush y a Sharon de ser culpables del resurgimiento del antisemitismo. Las reacciones no se han hecho esperar. Abraham Foxman, director nacional de la Liga Anti-difamación, ha calificado de obscenas estas críticas de Soros, ya que utiliza la retórica propia del antisemitismo.
Pero Soros le ha cogido gusto a eso del vilipendio fácil y ha mostrado su lado más canalla al comparar a Bush con los nazis cuando aquél dice o estás conmigo o contra mí. Ahora Dean y sus colegas demócratas ya tienen un mecenas. Qué ironías del destino, el partido que hace unos meses solicitaba la reforma del sistema de financiación de los partidos para evitar que los millonarios "dominaran la política", ha abierto su corazón a Soros, el multimillonario “anticapitalista”.
Soros parece que quiere competir con Michael Moore para ver quién de los dos consigue echar a Bush de la Casa Blanca. Sólo por repudio a las formas gangsteriles de uno y otro, habría que apoyar a Bush...pero no solo por eso.