Los que consideramos que Esperanza Aguirre es un encomiable y esperanzador verso suelto frente a la monumental estafa que el PP de Rajoy constituye para el electorado liberal-conservador de este país, no podemos sino alegrarnos por los sondeos que pronostican que muchos votantes de Ciudadanos y de algún otro partido político en la Comunidad de Madrid van a respaldar, sin embargo, a Aguirre en las municipales.
Tal y como señalé hace unos meses, si alguien no se merece el revés electoral que tanto se ha ganado a pulso el irreconocible Partido Popular liderado por Mariano Rajoy es la presidenta del PP madrileño. Al margen de que Aguirre siempre se ha mantenido fiel, tanto de palabra como de obra, a las traicionadas señas de identidad de su partido, Ciudadanos no termina de atreverse a ser una alternativa liberal y nacional a ese consenso socialdemócrata profundamente servil con el nacionalismo que lidera Mariano Rajoy.
Además de sus méritos propios, Aguirre puede beneficiarse de las últimas meteduras de pata del partido de Albert Rivera, que se ha declarado en favor de los impuestos de Patrimonio, Donaciones y Sucesiones y de coactivas limitaciones a la habitabilidad de los hogares. Especial beneficio puede encontrar Aguirre en las más recientes, y no menos desafortunadas, críticas que la candidata de Ciudadanos y directa rival suya en el municipio de Madrid, Begoña Villacís, ha dirigido contra el "dumping fiscal" que practica Madrid.
Para empezar, resulta clamorosamente contradictorio que alguien que trata de convencernos de algo tan cierto como que Ciudadanos es menos voraz, desde un punto de vista fiscal, que el PP de Rajoy y Montoro nos salga luego criticando el "dumping fiscal" llevado a cabo en la Comunidad de Madrid por Aguirre y su sucesor Ignacio González. Es, además, sumamente incoherente viniendo de un partido que, a diferencia de Vox, no es partidario de erradicar sino de mantener, aun de forma corregida, nuestro sistema autonómico. ¿Qué sentido tiene mantener un modelo autonómico si de él se erradica lo poco que tiene de encomiable, como es el margen de soberanía que tienen los Gobiernos regionales a la hora de fijar una mayor o menor presión fiscal?
Criticar el "dumping fiscal" que practican algunas autonomías –o ayuntamientos– es tanto como negar a sus gobernantes toda competencia en materia de impuestos. Lo que puede llegar a generar "un erial" en algunos territorios es el infierno fiscal al que son sometidos sus habitantes, no el relativo paraíso fiscal que puedan gozan sus vecinos.
Cosa distinta es que Villacís hubiera criticado el dumping fiscal autonómico basado en una generación de deuda respaldada por el conjunto de los españoles. Pero no fue ese el caso de la candidata de Ciudadanos, sino de alguien que cree que la encomiable y lamentablemente escasa competencia fiscal entre autonomías es contraria a la igualdad de todos los españoles ante la ley, y que, con el eufemismo de la "armonización fiscal", lo que defiende es que los ciudadanos no puedan ejercer un derecho tan fundamental como es poder votar con los pies.
Resulta lamentable hacer aclaraciones de cuestiones tan elementales de ciencia política a una candidata a una alcaldía; pero ojalá sirva para que Aguirre se salve del revés electoral que tanto se merece su irreconocible partido.