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Guillermo Rodríguez

Internet 2.0

Más que hacer balance de lo sucedido en la Red durante 2003 que fue mucho y en su mayor parte bueno, resulta más atractivo (y arriesgado) pronosticar cuánto dará de sí el año que acaba de comenzar. Y es que uno también disfruta vistiéndose con los hábitos de pitoniso.
 
2004 será el año de la Internet 2.0, el de la definitiva consolidación de los negocios on line. El año que finiquitamos ha estado marcado por el signo de la recuperación tras el batacazo sufrido en 2000: eBay ha seguido ganando millones de dólares, Yahoo! se ha mantenido en la senda de los beneficios y Amazon.com ha obtenido sus primeros números negros fuera del trimestre correspondiente a las Navidades. A éstos se añaden los buenos datos aportados por firmas como Cisco, EMC o, por supuesto, Microsoft.
 
Todas estas compañías deberán seguir generando noticias positivas en 2004 si Google se lo permite. Porque el buscador tiene previsto pisar el parqué bursátil a comienzos de año, y la cosa, al menos por el momento, inquieta: son tantas las expectativas depositadas, es tanto el ansia por hacerse con un paquete de acciones de la compañía, es tan descabellado el precio con el que se ha revalorizado Google desde que anunció su salida a Bolsa que hace temer si, a lo peor, no supone el pistoletazo de salida a otro maporrazo.com.
 
2004 será también el año en el que las compañías que han apostado por el cobro de contenidos deberán demostrar que la fórmula funciona. Tal vez, sólo tal vez, en este año que comienza hagan balance para llegar a la conclusión de que no merece la pena tanto esfuerzo por tan poca recompensa: ingresan unos miles de euros más al mes, pero pierden presencia en Internet. O, como se dice en el mundo real, reconocimiento de marca. Y eso, bien se sabe, cuesta mucho más que un puñado de suscripciones.
 
También será el del estancamiento de la música digital en su vertiente ‘ilegal’. La RIAA continuará obcecada en degollar la piratería online y no lo conseguirá. El intercambio de ficheros musicales seguirá al mismo ritmo, mientras que el de películas pegará su gran salto. El culebrón protagonizado por las discográficas y los piratas de la Red se repetirá milimétricamente entre los estudios de cine y los corsarios que se intercambian películas como cromos.
 
Será el año en el que la publicidad online comience a recuperarse de una crisis en la que se metió de forma injusta. Este año ya ha dado algunos pasos en el buen camino: ahora la moda o, en otras palabras, lo más rentable, es contratar publicidad en buscadores. Y si es en Google y su AdWords, mejor que mejor. Obviamente, la saturación diseminará la demanda, lo que permitirá que tanto portales como medios de comunicación puedan llevarse algunos billetes a la cartera.
 
Pero 2004 será, sobre todo, el año en el que los weblogs pasarán de la infancia a la madurez, salto cualitativo que quedará refrendado después del verano. Marcado en rojo está el mes de noviembre, fecha en la que se decidirá quién gobernará en la Casa Blanca los próximos cuatro años. George W. Bush y, más que probablemente, Howard Dean utilizarán Internet como medio a través del cual ganar adeptos, recabar financiación para su campaña y contar el día a día de la pugna electoral. Los websites de noticias volverán a constatar que Internet es el medio más apropiado para estar realmente informado.
 
Será también otro año en el que el comercio electrónico muestre su robusta salud. Pero no en España, que deberá festejar más Años Nuevos hasta que la compra y venta en la Red sea algo habitual y no una aventura propia de Indiana Jones.
 
Dentro de 12 meses, en fin, se sabrá si el que esto firma engrosará la fila de futurólogos en paro o, por el contrario, se sentirá con más argumentos para vaticinar lo que traerá el 2005.

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