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SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Cómo salvó Rusia a Inglaterra

La historiografía más extendida suele presentar a Usa como la clave de la derrota del III Reich, incluso como la salvadora de la URSS. Creo que ocurrió lo contrario.


	La historiografía más extendida suele presentar a Usa como la clave de la derrota del III Reich, incluso como la salvadora de la URSS. Creo que ocurrió lo contrario.

Así como la estrategia de Stalin consistió en procurar que la "guerra imperialista" estallara entre Alemania y las democracias, la de Churchill, una vez derrotado el ejército francoinglés en pocas semanas, consistió en resistir hasta que Usa se volcase con todo su poder en su ayuda. El problema era que la opinión pública useña no deseaba entrar en la contienda y que, entre tanto, Inglaterra podía recibir tales golpes que Washington diese su causa por perdida y desistiese de meterse en una aventura en todo caso muy incierta. Y la disposición de los británicos a soportar cualquier sacrificio ha sido probablemente algo exagerada por su leyenda heroica.

Se trataba, en suma, de una carrera contra el tiempo. El éxito británico en la Batalla de Inglaterra no garantizaba otros parecidos, y para asegurarse la protección final useña Churchill debía mostrar algunas victorias, aunque no fueran decisivas. Y ello no ocurrió. Cuando el eje de la guerra se desplazó al Mediterráneo, los alemanes, en inferioridad material, derrotaron una y otra vez a los ingleses y tuvieron la oportunidad de avanzar hacia el petróleo de Oriente Medio, desechándola al cambiar hacia Rusia su orientación principal. Poco antes, durante unos meses cruciales, Hitler se concentró en Gibraltar como llave del Mediterráneo y de la costa atlántica del Magreb, que debía asegurar su retaguardia. Fue Franco, con su actitud dilatoria, quien impidió una evolución que habría puesto a Inglaterra contra las cuerdas. Para Londres, la neutralidad hispana resultó una verdadera tabla de salvación... que pagaría intimidando y aislando a España cuando se sintió victoriosa, unos años después.

Conocido el desenlace de la contienda, es fácil decir que Hitler cometió el gran error de su vida al atacar a la URSS; pero entonces no era tan obvio. Churchill respiró muy aliviado por la Operación Barbarroja, que obligaba a Alemania a emplear casi todo su poderío en Rusia, y buscó la más estrecha alianza con Stalin. Pero ¿cuánto duraría ese respiro? Casi todos los expertos, incluido Churchill, pensaban que la Wehrmacht repetiría sus hazañas desde Noruega a Francia, y los cálculos sobre la capacidad de resistencia soviética oscilaban entre las seis y las diez semanas. Si tales cálculos acertaban, el tiempo ganado por Inglaterra habría sido muy breve, y su situación final mucho peor, pues desde el Cáucaso Hitler amenazaría el Oriente Próximo, con su vital petróleo y hasta la India, con fuerzas muy superiores a las del Afrika Korps, que, siendo pequeñas, tantos disgustos daban al ejército británico en Libia y Egipto.

Así, todo el desarrollo de la guerra pasó a depender de la resistencia soviética. Y esta se demostró muy superior a todas las expectativas. Durante unos meses, la Wehrmacht pareció repetir sus brillantes campañas del oeste, pero a un coste en sangre desusado y con lentitud mayor de la prevista. Llegó el otoño y los tres grandes objetivos, Moscú, Leningrado y el Cáucaso, todavía estaban lejanos. Con un último empuje, los alemanes lograron aislar Leningrado, acercarse a Moscú y ocupar Rostof del Don, a las puertas del Cáucaso. Pero allí acabó todo. De forma algo incorrecta se llama "la Batalla de Moscú" al titánico choque de diciembre de 1941, que se extendió por un frente de miles de kilómetros. Los rusos, reforzados por divisiones traídas de Siberia, hicieron retroceder a sus enemigos, a veces entre escenas de pánico, poniéndolos al borde de la catástrofe total. Si esta pudo contenerse, a costa de terribles sacrificios, se debió a que la Wehrmacht era cualitativamente el mejor ejército del mundo.

Rusia ganó aquella batalla trascendental con sus propias fuerzas, antes de que Usa entrase en guerra. Ocurrió durante un invierno adelantado, el más crudo del siglo, y suele achacarse a ese General Invierno la causa mayor de la victoria soviética. Pero el frío, que paralizaba los motores y congelaba a los soldados, era el mismo para los dos bandos. La diferencia estaba en la previsión: los soviéticos estaban mucho mejor abrigados y sus armas, al parecer, resistían mejor las gélidas temperaturas. Fue el General Imprevisión el que causó la derrota germana. Imprevisión no solo ante el invierno, sino ante la capacidad industrial del enemigo para producir masivamente armas de buena calidad y ante la actitud de la población, al principio receptiva al invasor por creer que la iba a librar del comunismo. Por el contrario, Stalin dejó en segundo término la ideología y apeló al patriotismo ruso, con excelentes resultados.

Colmo de ventura para Churchill fue que, por las mismas fechas, Usa entrase por fin en guerra tras el ataque japonés a Pearl Harbor. Pero sus efectos aún tardarían en notarse, mientras que los de la Batalla de Moscú fueron inmediatos y decisivos. Esta salvó muy directa y literalmente a Inglaterra, pues, de tener el desenlace contrario, Hitler habría podido liberar sus fuerzas para destruir el dominio británico sobre Oriente Medio y Próximo, y en el Mediterráneo. También salvó posiblemente a España, por cuanto es difícil imaginar que un Hitler triunfante perdonase a Franco su ingratitud –no debida a enemistad hacia Alemania, sino a la prioridad dada por el Caudillo en todo momento a los intereses propios españoles–.

La consecuencia más decisiva de la Batalla de Moscú fue que Alemania iba a quedar enfangada en Rusia para el resto de la guerra, dedicándole hasta el 90% de su capacidad bélica. Para Churchill y Roosevelt fue un magnífico negocio ayudar con material diverso a sus aliados soviéticos, ya que ello les permitía eludir el encuentro con el grueso de las fuerzas alemanas. 

 

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