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LA TOMA DE LA BASTILLA

Catorce de julio: “Fiesta” nacional francesa

Se cumplen esta semana doscientos catorce años de la “Toma de la Bastilla”. Igual que cada año, el acontecimiento, estúpido y sanguinario, sigue siendo celebrado como amanecer de la “emancipación democrática” en Francia.

Sólo se me ocurren dos razones para tal disparate. O nuestros vecinos son tan ignorantes como para no saber qué celebran, o lo saben muy bien con lo que la cosa es todavía peor. En efecto, el mayor responsable de los acontecimientos de la Bastilla fue, créanlo o no, el Marqués de Sade. En julio de 1789 el Marqués de Sade se encontraba preso en la Bastilla merced a un edicto real –lettre de cachet– que su suegra la Présidente de Montreuil, había suplicado temerosa de la psicopatía de su yerno. Todo ello luego de que Sade hubiese cumplido sendas condenas en 1763 por torturar sádicamente a una prostituta y en 1768 por propinar de nuevo una cruel paliza a otra chica.

Conociendo la existencia de disturbios en París, Donatien de Sade comenzó en los primeros días de julio de 1789 a arengar al populacho desde la ventana de su celda instándole a que se lanzasen a la toma de la prisión y liberase a los confinados. Las soflamas acabaron cuajando el 14 de julio. Ante la canalla arremolinada frente a la prisión, el Gobernador de la Bastilla, M. De Launay, que sólo disponía de un puñado de guardas suizos y de inválidos veteranos para la defensa, accedió a parlamentar con dos representantes de la muchedumbre, mientras era bajado el puente levadizo que protegía la cárcel y la chusma obligaba a rendirse a los soldados.

Lo que siguió es lo que se “celebra” esta semana en Francia: El Gobernador fue asesinado tras ser torturado atrozmente mientras imploraba a sus verdugos que acabaran definitivamente con su vida. A continuación un cocinero “que sabía cómo trinchar las viandas” se encargó de decapitarle con un cuchillo de cocina. La cabeza fue paseada en señal de triunfo hasta altas horas de la madrugada. La chusma se encargó asimismo de colgar a dos veteranos inválidos, de cortar las manos de un guarda suizo y de martirizar al resto de oficiales de la prisión.

Los presos cuya liberación se celebra cada 14 de julio (“pobres víctimas de la tiranía del Ancient Regime”) no pasaron de siete. Cuatro maleantes, dos perturbados que estaban en observación y un joven libertino de noble descendencia apellidado Sade que acabó convirtiéndose en el héroe del día con sus arengas revolucionarias.

El Marqués, convertido en el “ciudadano de Sade”, aparentemente le cogió gusto al asunto y llegó a liderar la sección de la Plaza Vendôme de París siendo partícipe activo en las masacres de septiembre de 1792. Sus orígenes aristocráticos no le impedirían medrar durante la Revolución Francesa.

Circularon con notable éxito junto a sus escritos pornográficos, textos ideológico-políticos de marcado carácter izquierdista, materialista y amoral como Aline et Valcour, ou le Roman Philosophique, La Philosophie dans le boudouir y otros. En uno de ellos escribía, por ejemplo: “patanes pedantes, verdugos, escritorzuelos, legisladores. ¿Qué vais a hacer cuando triunfemos? ¿Qué les ocurrirán a vuestras leyes, a vuestra moral, a vuestra religión, a vuestros poderes, vuestro paraíso, vuestros dioses y vuestro infierno, cuando se pruebe que un cierto tipo de fibras, un determinado grado de acidez en la sangre y de humores hace de un animal el hombre al que vosotros premiáis o castigáis? ” En otro pasaje que parecería haber servido de inspiración para un panfleto de Greenpeace podía leerse: “La total auto-destrucción de la Humanidad simplemente servirá para devolverle a la Naturaleza la oportunidad de crear. Una oportunidad que le hemos arrebatado al propagarnos”. Y como pensadas para el programa educativo de Izquierda Unida en la Comunidad de Madrid, que establece la obligatoriedad de escuelas públicas en las que los niños sean adoctrinados en toda clase de “opciones sexuales alternativas”, De Sade escribía las siguientes palabras: “Los niños deben pertenecer al Estado. En una sociedad basada en la fraternidad el incesto entre hermanos debe convertirse en obligatorio... ”.

En fin ¡Vive la France!, ¡Viva el catorce de julio! y olvidémonos todos de la guillotina y el genocidio de La Vendée. Para algo las revoluciones “democráticas” de la izquierda tienen siempre garantizada la patente de corso.
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