Lo que le espera al ganador

Encabezando la lista de desafíos a la seguridad están: La estabilización de Irak, la lucha global contra el terrorismo, la seguridad de Afganistán, arreglar el conflicto israelí-palestino y desnuclearizar Irán y Corea del Norte.

 

Pero hay otros enormes problemas clave, no menos graves y estratégicos, que requerirán toda la atención del Presidente. Y si no los enfrenta con habilidad, estos temas pueden poner en grave riesgo la seguridad nacional de los Estados Unidos en algún momento de un futuro cercano.

 

* Proliferación de armas: En las manos equivocadas, las armas nucleares son hoy en día la amenaza más grande a la seguridad mundial.

 

Parece ser que los experimentos de Corea del Sur con uranio enriquecido y las alegaciones contra Brasil (sí, ¡¡Brasil!) sobre el mismo tema solo aviva la preocupación sobre la proliferación. Si siguen adelante sin ninguna restricción, el temor es que las armas nucleares y su tecnología, proliferen tan libre y abiertamente entre los estados que finalmente terminen también en manos terroristas.

Hay que reforzar los tratados de no proliferación de la ONU con penas que aseguren su cumplimiento, ampliando las coaliciones para luchar contra la proliferación de armas nucleares, castigando a los que violen estas reglas y poniendo en marcha el sistema de defensa contra misiles balísticos. Estos puntos deben estar como prioridad en la agenda presidencial.

 

*Rusia: En verdadero estilo napoleónico, Moscú está retirándose rápidamente del camino de la democracia y se dirige al autoritarismo zarista bajo la batuta del presidente ruso Vladimir Putin. Pero, quizá mas preocupante que la reducción de la libertad, es la practíca de la no proliferación de Rusia.

 

Asegurar el material fisible de Rusia es vital para evitar que caiga en manos terroristas. Peor aún, un misil nuclear suelto por ahí podría ocasionar un hongo nuclear que oscurecería cualquier ciudad americana con incontables muertos.

Moscú también debe acabar con su cooperación nuclear con Teherán ya que está promoviendo que los mulás maníacos logren independencia nuclear y hegemonía en Oriente Medio.

 

*China: Pekín es la potencia mundial en alza. La economía china es la tercera más grande del mundo (después de USA y Japón) Lo preocupante: Su presupuesto militar creciente es el más grande de Asia y el tercero más grande mundialmente (después del de USA y Rusia)

 

China se siente importante en estos días y tratar con Pekín sólo se pondrá más y más difícil. Su cooperación es necesaria para controlar el programa nuclear de Corea del Norte (está en el Acuerdo de las 6 partes) y de Irán (en el Consejo de Seguridad de la ONU). El deseo de China por Taiwan tampoco se ha saciado aún y una confrontación militar allí es todavía posible.

 

Así es que desarrollar una relación constructiva con Pekín es clave para la paz y la estabilidad de Asia en este siglo. Y a medida que el poder chino crezca, si no sabemos llevar la relación podríamos tener malentendidos, errores de cálculo y conflictos.

 

*Seguridad energética: Decir "petróleo" es una palabrota para mucha gente. Pero nos guste o no, somos dependientes de nuestra addicción petrolífera por lo menos en los años venideros. El petróleo y sus derivados impulsan la economía americana y hacen que USA tenga la calidad de vida más alta del planeta.

 

El problema: Un barril de petróleo está alcanzando actualmente los 50 dólares y sigue subiendo imparablemente. El increíble aumento del consumo energético de China e India sólo nos llevará a precios aún más altos. Nuestra economía sufrirá por consiguiente.

 

Debemos encontrar nuevas fuentes de petróleo y de gas natural fuera de los límites del volátil Oriente Medio y del cartel de la OPEP. Debemos desarrollar una mayor capacidad para refinar petróleo si no queremos sentir la presión de la necesidad energética en momentos de inestabilidad. (Arabia Saudí es el único país del mundo en estos momentos con la capacidad de aumentar su producción a voluntad)

La comisión del 11-S tenía razón: Hoy estamos más seguros que hace tres años el 11 de Septiembre, pero no estamos seguros. La comisión, por supuesto, hablaba de terrorismo. Desde el petróleo hasta las armas nucleares, las amenazas a la seguridad nacional van más allá del fantasma del terrorismo.

 

El Presidente no tendrá ese período de gracia habitual para encargarse de los problemas de la seguridad nacional tan amplios que confronta la nación americana, tanto a corto como a largo plazo. Tendrá que coger al toro por los cuernos de inmediato.

 

Los americanos acudieron a las urnas el 2 de Noviembre con una participación histórica para tomar una decisión increíblemente importante: Escoger al próximo presidente. La esperanza es que hayan sido lo suficientemente sabios colectivamente para haber escogido al candidato que tenga la visión y tome las decisiones políticas que mantengan a USA segura y a salvo, incluyendo sus intereses en el exterior.