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El liberalismo según Juan Manuel de Prada

El repartidor de carnets de católico del diario Abc dirige hoy sus iras contra el liberalismo. Recurre para ello al argentino Leonardo Castellani, un sacerdote que frecuentó los círculos peronistas y que acusaba al pensamiento liberal de ser "una herejía medio católica, medio protestante y medio atea" (menuda mezcolanza, oiga).

Prada cocina una empanada que él llama liberal y a la que añade como ingredientes el cientificismo, el hedonismo y la idolatría, para acabar concluyendo que el liberalismo pretende establecer un régimen –él lo denomina "Reino"– en el que "un grupo de sabios socialistas, bajo la coartada de adoración al Hombre, gobiernen el mundo autocráticamente y con poderes tan extraordinarios que no los soñó Licurgo", citando palabras de su admirado Castellani.

No contestaré estas afirmaciones, porque tengo la sana costumbre de no discutir disparates que rozan la paranoia. Lo que sí merece un comentario es esto otro que afirma Prada:

"El liberalismo, en fin, es el caldo de cultivo que la derecha aliña, creando las condiciones sociales, económicas y morales óptimas para el triunfo de la izquierda, que es la que mejor ha sabido vender las falsificaciones de la libertad inventadas por el liberalismo".

¿Le parece a este señor que en Estados Unidos –la nación donde más ha arraigado el liberalismo– se dan las condiciones óptimas para el triunfo de la izquierda, acaso? No, hombre, no. El caldo de cultivo lo tiene la izquierda en el desprecio por la libertad y en la creencia ciega de que no tenemos que preocuparnos por nada porque "Papá Estado" lo arregla todo, es decir, todo lo contrario de lo que plantea el pensamiento liberal, pero justamente lo que defienden ciertos "reaccionarios" de la derecha (y uso esta palabra pues la agarra con entusiasmo el columnista de Abc).

Por cierto, que tiene gracia que Juan Manuel de Prada abomine del discurso liberal que pronunció hace unos días Esperanza Aguirre, mientras enumera entre otros discursos célebres el pronunciado por Lincoln en Gettysburg, "que los niños americanos aprenden de memoria en la escuela". Espero que este escritor no tome a los EEUU como modelo para su cruzada antiliberal (sería la monda). De hecho, Lincoln empezó dicha alocución con estas palabras:

"Hace 87 años, nuestros padres fundaron, en este continente, una nueva nación cuya base es la libertad y la proposición de que todas laspersonas son creadas iguales".

Una declaración netamente liberal. Quizá don Juan Manuel de Prada no se la haya leído y ahora le dé por situar a Lincoln entre ese grupo de "herejes" del que abominaba el padre Castellani.

(Contando Estrelas [www.elentir.info], 12-IV-2008)

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