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CRÓNICAS COSMOPOLITAS

Me duele España

Puesto que la tranquilidad en las calles españolas dependería, según ellos, de la cobardía de nuestros gobiernos y de las retirada de nuestras magras tropas, lo lógico sería retirarlas de todos los conflictos presentes y futuros, y sin pararse en un tal sendero luminoso, nombrar a Otegi ministro de Interior, o al menos secretario de Estado para cuestiones de seguridad ciudadana, que de eso sabe un huevo.

Puesto que la tranquilidad en las calles españolas dependería, según ellos, de la cobardía de nuestros gobiernos y de las retirada de nuestras magras tropas, lo lógico sería retirarlas de todos los conflictos presentes y futuros, y sin pararse en un tal sendero luminoso, nombrar a Otegi ministro de Interior, o al menos secretario de Estado para cuestiones de seguridad ciudadana, que de eso sabe un huevo.
“Que nadie tenga la tentación de volver a hablar de terrorismo vasco. Euzkadi es un país pacífico, plural y democrático que abomina la violencia y que anhela como nadie la paz y la convivencia”. Aunque parezca increíble, estas líneas están sacadas de un artículo de Juan José Ibarretxe en El País (20.3.04). Unos párrafos más adelante podemos leer en el mismo artículo: "También la violencia y el terrorismo de ETA deben de acabar para siempre en esta nueva etapa”. ¿En qué mundo estamos, donde vivimos? Yo pensaba que los vascos, como el resto de los españoles, y si se me tira de la cuerda, como el resto de los Europeos, contaban con personas inteligentes como con personas bobas, había de todo, y hasta había Miguel de Unamuno, que por lo visto lo era, y para dar sólo un ejemplo, son muchos más.
 
Pero resulta que Ibarretxe no es un cualquiera, es el primer ministro del Gobierno autonómico vasco y se atreve a escribir eso de que Euzkadi es un paraíso terrenal, pacífico y democrático y además plural y, al mismo tiempo, como si de marcianos de tratara, afirma que hay que acabar con ETA. ¿Cómo? ¿Con un nuevo GAL? Pero bueno, señores, los de ETA, ¿no son vascos? ¿no son de sangre pura? ¿No tienen las mejores relaciones y una eficaz colaboración con Batasuna, y Batasuna no tiene las mejores relaciones y una eficaz colaboración con el PNV? y, por cierto, ¿ETA no se ha dirigido a Zapatero, exigiéndole un gesto enérgico, como el de bajarse los pantalones, por ejemplo, para saber si negociarán una tregua? Vivimos bajo un chantaje mafioso permanente, hace decenios que ETA amenaza a personas como a partidos: si dices o haces tal o cual cosa que no nos gusta, te matamos. Y eso, ¿sería la expresión violenta, pero justa, de la identidad vasca? Y según Ibarretxe, y pese a las mil víctimas de ETA desde 1968, no tendríamos derecho a denunciar el terrorismo de ETA, porque según ese cretino no existe.
 
Que no se me tome por un imbécil absoluto, claro que, dejando de lado la bazofia demagógica, de lo que se trata en realidad es de negociar con un gobierno de cobardes, o al menos elegido por el miedo, las mejores condiciones para destruir a España. Para lograr esta operación, desde luego difícil, todas las columnas blindadas de la socialburocracia, y no sólo española, han abierto el fuego contra Aznar, que no era candidato y que, dicho sea de paso, ha dirigido el mejor gobierno que España ha conocido desde hace más de un siglo.
 
Es curioso ver como todos, disfrazados de hienas, se abalanzan contra el supuesto cadáver político de Aznar: “Asesino, dictador, franquista”, y, como siempre, en política todo sirve y la realidad no cuenta para nada porque el odio la ciega. Otra cita: “Con gobiernos de la derecha moderada, que ha ganado dos elecciones democráticas, la segunda por mayoría absoluta, hemos visto la consolidación gradual del Estado de derecho y un crecimiento bastante notable de la economía, de su empleo (enorme) y de su proyección internacional”. Esto lo escribe Víctor Pérez-Díaz (El País 13.02.04) quien, que yo sepa, no es del PP, ni aznarista rabioso, sino que sencillamente tiene sentido común. Pues lo que cito, y más cosas en ese artículo, dicen lo mismo que acabo de decir: el gobierno de Aznar fue un buen gobierno. Claro que Víctor yerra con su título: “El fin de la ceguera política”, porque jamás hemos sido tan ciegos, políticamente.
 
Yo añadiría a los elogios implícitos de Pérez-Díaz al gobierno de Aznar (o sea, buena gestión económica, buena firmeza en cuestiones europeas), la política extranjera del gobierno, que es precisamente lo que le ha hecho perder las elecciones al PP y, concretamente, nuestra actitud durante la “crisis iraquí”. Lo he dicho y lo repito, fue mínimamente decente, menos audaz, menos comprometida que la de Toni Blair, pero manifestó nuestra solidaridad con la democracia internacional, contra las tiranías y el terrorismo. Pero el miedo triunfó, el miedo a que se repita lo de Atocha, le dio la mayoría al PSOE. Apenas elegido de futuro presidente de Gobierno, el lerdo de Zapatero reafirma que retirará el puñado de soldados españoles en Irak, pero que enviará más soldados españoles a Afganistán. ¿Qué sentido tiene ese aquelarre? ¿Se creen en serio que así van a evitar nuevos atentados? ¿Que Al-Qaeda, puesto que de ella se habla, no tiene más lazos con los talibanes afganos que con la difunta tiranía iraquí?
 
Puesto que la tranquilidad en las calles españolas dependería, según ellos, de la cobardía de nuestros gobiernos y de las retirada de nuestras magras tropas, lo lógico sería retirarlas de todos los conflictos presentes y futuros, y sin pararse en un tal sendero luminoso, nombrar a Otegi ministro de Interior, o al menos secretario de Estado para cuestiones de seguridad ciudadana, que de eso sabe un huevo.
 
A mi edad canónica he asistido, de cerca o de lejos, en los países democráticos de los que algo sé, a cambios de gobiernos y mayorías, a vaivenes, a veces conflictivos, pero que nunca se pasaba de la raya, y esta raya es sencilla: el respeto al resultado de las elecciones. Pero jamás he asistido, incluso cuando los derrotados aceptan claramente esos resultados, a un linchamiento tal del adversario como ha ocurrido y sigue ocurriendo con Aznar. Resulta que sería un asesino. Bush siendo un asesino y Aznar habiéndose aliado con él, sería asimismo un asesino. Esos vómitos los he oído por parte de Almodóvar, de Ramón Chao, de ese cretino de Paco Ibáñez, quién declaraba en la radio francesa que el País Vasco sufría una horrenda represión por parte de "Madrid" y hasta estaba prohibido enseñar la lengua vasca en las escuelas, y dos días después va a cantar en San Sebastián a favor de ¡Basta Ya!
 
Bueno y todos los demás, que ni siquiera vale la pena citar, porque los conocéis y conocéis al buque almirante, que mucho más claramente que el PSOE, ha ganado estas elecciones: el imperio Polanco. Ya podrá tener Don Jesús cuernos británicos, mucho cuidado con los que se mueven sin su permiso. Estamos todos condenados a muerte, una muerte cívica o periodística, pero en su caso no se tratará de intolerancia o de censura, puesto que son ¡de izquierdas! Francamente, estoy harto. Apaga y vámonos.
 
 
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