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LIBROS: HEREDERAS Y HERIDAS de Mª A. GARCÍA DE LEÓN

Mujeres de élite

“Herederas y heridas. Sobre las élites profesionales femeninas es el fruto de varios años de investigación sobre las especiales características de una minoría de mujeres que han llegado a puestos de relevancia en su carrera.

A partir de sus testimonios, la autora trasciende el estudio sociológico para plantear preguntas y aventurar respuestas sobre el presente y el futuro de la igualdad entre los sexos. María Antonia García de León es una socióloga que ha dedicado gran parte de su actividad a estudiar las élites femeninas, sola o en colaboración con Mª A. García de Cortázar y M. Ortega. Fruto de estas investigaciones es el libro que ahora publica en la colección Feminismos de Cátedra en el que recupera dos trabajos, el dedicado a las mujeres que ahora tienen entre 50 y 60 años de edad y que, por lo tanto, llegaron a la universidad en los años 60, cuando muy pocas mujeres cursaban estudios superiores, y el que recoge los testimonios de profesionales de los medios de comunicación que han conseguido situarse en puestos directivos.

En el primero se ocupa de catedráticas de universidad, empresarias, políticas, ingenieras o periodistas de alta cualificación. A través de entrevistas a estas mujeres pioneras, y sin dar nombres, recoge el máximo de información para hacer una investigación cualitativa que le sirva para conocer las especiales características de esa minoría. Con ese modelo interpretativo, se aventura a dividir a este puñado de mujeres en “Herederas y heridas”, aunque también podrían calificarse como “Privilegiadas y rebeldes”. El interés de este estudio sociológico está, como dice la autora, en que, aunque sean una minoría, dan muchas claves sobre lo que le ocurre a la mayoría.

Las élites, al estar bajo los focos, que las distinguen como excepciones, tienen un gran relumbrón, lo que no deja de ser la elocuente manera de demostrar la discriminación general existente en el acceso al poder y, a la vez, la constatación de que la sociedad celebra su éxito como un triunfo de la justicia y el progreso. A cambio, estas ministras o altos cargos de la judicatura tienen que apuntalar un individualismo que las separa del grueso de su género.

Las mujeres de élite en estos tiempos son una especie de “cobayas” de un proceso de “aculturación” entre comportamientos masculinos y femeninos que afectan a una sociedad en la que el paradigma del hombre y la mujer se resquebraja. Los cambios en la familia y el trabajo hacen que la forma de comportarse de unas y otros adquieran rasgos masculinos o femeninos y se llegue a ejemplares híbridos como ejecutivas que trabajan 14 horas diarias sin bajarse del tacón de aguja y hombres que declinan competir y llegar tan alto como quiso su padre.

García de León no cree en el sistema de cuotas o la paridad como estrategia idónea para la igualdad, porque la considera derivación de una teoría “esencialista” de la mujer que incide en la bondad intrínseca de unos hábitos que no dejan de ser una construcción cultural. Sin embargo sí que manifiesta un total acuerdo con la teoría de Bourdieu sobre la violencia simbólica de la sociedad androcéntrica. Considera que hoy está en ascenso, es “emergente”, el discurso ideológico que se congratula con el ascenso de las mujeres a puestos de poder, pero sigue funcionando el de la “mujer soñada”, la que se ocupa de amar a los que aman el juego del poder, y manda el de la “mujer manipulada”, es decir la que responde a los modelos que fabrican y difunden los “mass media”, que tejen y destejen la imagen de liberada y cautiva de estereotipos.

La suerte de las “Herederas” viene de familia, tienen padres acomodados y cultos que, unas veces por fuertes convicciones liberales, y otras por tener sólo hijas las lanzan al mundo exterior fomentando su preparación. ¿Las hermanas De Palacio? Si, además, cuentan con una madre que las refuerza y un marido que las apadrina, el camino lo tienen marcado. Las “heridas”, sin embargo, se autoafirman en general contra el modelo de una madre ama de casa cuya forma de vida rechazan, y luchan por tener como prioridad ganarse la vida sin recurrir al matrimonio. Estas son algunas de las características de estas mujeres que resultan anómalas, pues la norma es que los ámbitos de poder los ocupen hombres, pero dados los cambios que se han efectuado en la sociedad, la autora se pregunta en qué medida son las propias mujeres las que se retiran del campo de batalla por no sentirse cómodas ni bien recibidas en el “club” de los hombres, que tantas horas tienen que dedicar a hacer pasillos, reuniones y planear estrategias de poder. En último término, muchas mujeres optan por influir, mandar por delegación, a través de los hombres instalados en el poder.

A pesar de la losa que significa para la lectura de este libro el lenguaje académico, el tema de las élites y del papel de las mujeres que llegan al poder, es de la máxima actualidad e interés. Sobre todo en época electoral.

María Antonia García de León, “Herederas y heridas. Sobre las élites profesionales femeninas”, Ed. Cátedra. Col. Feminismos. Madrid 2002. 10 euros.


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