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CRÓNICAS COSMOPOLITAS

"Un fatto di moda"

Cuando, hace más de treinta años, mi mujer y su amiga y patrona quisieron entrar en la Capilla Sixtina, el guardia suizo que vigilaba la entrada les prohibió el paso porque vestían pantalones. La amiga y patrona de Nina, Maimé Arnaudin, se enfureció: "¡Nos prohíbe la entrada porque llevamos pantalones, pero deja pasar a todas esas chavalas en minifalda! ¡No me irá a decir que los pantalones son más escandalosos que las minifaldas, ¿verdad?!". El guardia suizo, todo pachorra pero testarudo, se encogió de hombros y explicó que se aceptaban las minifaldas porque eran "un fatto di moda".