Menú
DESARROLLO

Recursos naturales: ¿maldición o bendición?

Varios estudios han señalado que los recursos naturales constituyen una maldición para el desarrollo económico. En Latinoamérica, el ejemplo más conocido sería el de Venezuela, en plena involución luego de haber sido una de las economías más prósperas y pujantes de la región y pese a haber vivido dos bonanzas petroleras.


	Varios estudios han señalado que los recursos naturales constituyen una maldición para el desarrollo económico. En Latinoamérica, el ejemplo más conocido sería el de Venezuela, en plena involución luego de haber sido una de las economías más prósperas y pujantes de la región y pese a haber vivido dos bonanzas petroleras.

No obstante, también hay ejemplos de países que convirtieron la maldición de los recursos en una bendición. Así, hay estudios que muestran que países tan distintos como Chile, Botsuana y Holanda lograron aprovechar sus riquezas naturales para desarrollarse.

¿Por qué los recursos resultan para unos una maldición y para otros una bendición?

En Venezuela, la abundancia de petróleo ha generado un deporte nacional: el rentismo; la gente, en vez de concentrarse en la producción de nueva riqueza, se afana por obtener favores del Estado para hacerse con una porción de lo generado gracias al oro negro. En un país con instituciones débiles, la renta petrolera se convierte en un importante foco de corrupción. Además, la capacidad del Gobierno de turno para gastar más sin tener que aumentar los impuestos deriva en un aumento desproporcionado del tamaño del Estado, lo cual no hace sino agravar el problema de la corrupción. En una situación así, el Gobierno puede gastar el dinero procedente de los recursos naturales sin rendir cuentas a nadie, y pierde incentivos para adoptar las medidas que promueven el desarrollo.

No obstante, en países con instituciones sólidas la maldición puede convertirse en una bendición, como ya he escrito.

El Fraser Institute publica todos los años su Índice de Libertad Económica, para el que toma en cuenta aspectos como el tamaño del Estado, la protección de la propiedad privada, la política monetaria o las regulaciones financieras y laborales. De acuerdo con el ILE, los países que puntúan por encima de 6,89 (en una escala de 0 a 10, de menor a mayor libertad) logran convertir sus recursos naturales en una bendición. Sobre ese umbral están Chile y buena parte de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Por debajo se encuentran Bolivia, Venezuela y la mayoría de los países de Oriente Medio. De los 23 países considerados "dependientes de recursos naturales", solamente 9 estaban por encima de dicha nota.

Ecuador ha vivido dos bonanzas petroleras desde 1970, pero no se ha dotado de las políticas e instituciones que hacen de los recursos naturales una bendición. En el ILE de 2009 obtuvo un 6,0, esto es, quedó por debajo del decisivo 6,89. A día de hoy seguimos experimentando la segunda de las referidas bonanzas petroleras, pero del Estado de Derecho no tenemos el menor rastro...

 

© El Cato

GABRIELA CALDERÓN, editora de elcato.org y columnista de El Universo (Ecuador).

0
comentarios