Sobrevivir a una "detención administrativa"

“Es muy fácil, destaca la página web, pasar en día en Rusia de transeúnte a delincuente, de testigo a sospechoso, de persona libre a preso. Y no se trata de que los policías sean unos brutos. La culpa la tiene el mismo sistema”, añade el artículo, aludiendo al sistema policial y autoritario existente en Rusia. Para este régimen todos los ciudadanos son sospechosos y merecen ser “controlados”.

La policía te puede parar en cualquier esquina sin ningún pretexto, simplemente para controlar tu DNI. Si has olvidado tu documentación en casa o la tienes caducada te pueden llevar a la comisaría más cercana “para comprobar tu identidad”. Lo hacen seguro si tampoco tienes unos 100 dólares US para pagar a los agentes, en muchas ocasiones corruptos, una especie de “impuesto revolucionario”.

El que escribe estas líneas fue sometido recientemente al mencionado procedimiento de control callejero. Sucedió a unos 100 metros del hotel en el que me hospedaba en la capital rusa. A las diez de la noche se me acercaron dos policías, fuertemente armados. Me apuntaron con sus metralletas y me ordenaron de forma poco amable que les mostrara mi DNI. La escena recordaba las películas sobre la ocupación nazi de los países de Europa del Este. ¡Gracias a Dios, tenía la documentación en regla!

Mientras tanto, lo primero que aconseja el periódico en caso de detención es realizar una llamada a casa para que tus familiares sepan que estas detenido y puedan, si se necesita, testificar la hora de tu arresto. Y es que abundan los casos de desaparecidos tras las aprehensiones. Asimismo la policía detiene a la gente más horas de las que permite la ley. Es aconsejable también anotar la hora en el “Protocolo de la Detención” que se rellena en la comisaría por el policía de guardia y debe ser firmado por el detenido.

Lo que es también imprescindible, según Kólokol, es incluir en este documento una frase sacramental: “No tengo en mi cuerpo huellas de palizas”. Esta frase servirá de protección contra las muy posibles torturas a las que son sometidos los detenidos para arrancarles las confesiones. Asimismo es importante, tras la liberación, dirigirse inmediatamente al hospital más cercano para obtener un certificado de “daños corporales”, en caso de haberlos recibido en la comisaría.

Pero lo más importante es estar atento a la hora del “registro personal”, un procedimiento obligatorio tras la detención administrativa. Según la ley, debe realizarse en presencia de dos testigos del mismo sexo que el detenido. Es durante el registro cuando los agentes tienen la costumbre de introducir en tu bolsillo un paquetito de droga o un cartucho. A veces lo hacen porque sospechan que eres un delincuente y necesitan algún pretexto para que sigas en la comisaría mientras obtienen los verdaderas pruebas contra ti. Pero, en la mayoría de los casos simplemente intentan chantajearte para sacarte algo de dinero. Sea como sea, el periódico recomienda al detenido insistir en esta ocasión en que se apunte en el “Protocolo del Registro Personal” que ni la droga ni el cartucho le pertenecen.

Otro truco policial es dejar al detenido una media hora solo en una habitación ante una mesa llena de diferentes objetos, sea papeles, periódicos, bolsas plásticas o casquillos de cartuchos. Una persona aburrida empieza a tocar estos objetos y deja encima sus huellas dactilares. Se utilizan luego como “pruebas”, ya que en el mismo periódico o papel los policías “encuentran” restos de heroína, explosivos, etc. Kólokol advierte para que el detenido no toque nada de la mesa del policía que le está interrogando.

El tiempo de la detención administrativa previsto por la ley es de tres horas. Si has podido eludir las trampas policiales y has conseguido que los dos “protocolos” sean escritos, aplicando las recomendaciones mencionadas, no pueden detenerte más tiempo y tienen que soltarte sano y salvo, sin que pagues el “rescate”.