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LIBROS: EL SAQUEO DE EUSKADI de I. DURÁN Y J. DÍAZ HERRERA

Una radiografía del terror amparado por el PNV

Terroristas en consejos de administración, pagados por asociaciones financiadas por el PNV y defendidos por decenas de abogados correos de ETA. Curas pistoleros, iglesias-zulo. ¿Quién paga el coche de Otegi? AEK, de utilidad pública para el Gobierno vasco. Créditos resueltos que están sin pagar. ¿Qué caja? La Caja Laboral, la caja de ETA. El saqueo de Euskadi, de Herrera y Durán, prueba la definitiva concordancia en los fines y el silencio en los medios entre ETA y PNV.

“Me encanta ver las caras desencajadas de los familiares en los funerales. Aquí, en la cárcel, sus lloros son nuestras sonrisas y acabamos a carcajada limpia. Esta última acción de Sevilla ha sido perfecta (asesinato del matrimonio Becerril en el barrio de Santa Cruz); con ella ya he comido para todo el mes”. Así le expresaba el terrorista Ignacio de Juana Chaos a uno de los abogados del diablo en la cárcel de Alcalá Meco. Ni siquiera era su defendido. Simplemente era un correo “legal” de la banda, como cientos de letrados a sueldo de ETA, que ejercen estas actividades ilegales parapetados en su condición de abogados de algún etarra. En el transcurso de la conversación, el letrado, José Miguel Gorostiza, analiza con los etarras encarcelados los objetivos de la banda: funcionarios de prisiones. Diez días después muere acribillado en San Sebastián el funcionario de prisiones de Martutene José Ramón Burillo. Acusado y detenido, su causa duerme el “sueño de los injustos” en la Audiencia Nacional. Un centenar de abogados (Kepa Landa, Jone Goiricelaya y muchos más) se encargan de la defensa y protección jurídica de los etarras y, aprovechando su representación legal, se convierten en los mensajeros y correos de la muerte. Capítulo Los Abogados del diablo.

El libro de José Díaz Herrera e Isabel Durán demuestra cómo el País Vasco es uno de esos pocos sitios del mundo donde se puede insultar, calumniar, injuriar, amenazar, coaccionar, chantajear o hacer apología del terrorismo, si no matar, sin que pase nada. “Llevar a los culpables ante la justicia, denunciar actos vandálicos es, en cambio, un problema para el que lo intenta. Para gran parte del nacionalismo, antes que hacer Justicia hay que hacer Patria; y, si no, lean estas antológicas frases de Arzalluz, que no por sabidas conviene recordar, ya que el PNV subvenciona todo el entramado abertzale y deja impune su financiación ilegal, como demuestra esta magnífica obra editada por Planeta, que debiera ser prueba definitiva contra el entramado ETA-BATASUNA-PNV:

Xabier Arzalluz, en un encuentro entre dirigentes de este partido y HB en 1991: “Nosotros somos los de siempre, nacionalistas. Sin revolución, sin marxismos ni tiros, pero con los mismos objetivos que vosotros. En el futuro, en el País Vasco sólo van a quedar dos fuerzas nacionalistas, el PNV y HB, por lo que habrá que pensar en algún tipo de colaboración. Por eso es falso eso que decís de que estemos impulsando a la Ertzaintza contra ETA. Lo que estamos haciendo es frenándola (...). No creemos que sea bueno que ETA sea derrotada. No lo queremos para Euskal Herría”. Arzalluz no ha cambiado de opinión, y junto a Ibarretxe potencia el euskera en manos de asociaciones de la izquierda a las que subvenciona tejiendo toda la red social de apoyo a ETA. Sus relaciones, sus pagos, sus viajes y sus bancos, todo, queda demostrado en este libro, que apunta maliciosamente a los créditos resueltos sin pagar de Batasuna y otras asociaciones proetarras con la Caja Laboral, la caja de ETA de la Corporación Mondragón (MCC), cuya concentración de riesgos sería digna de un análisis pormenorizado del Banco de España. Los autores revelan cómo por encima de discrepancias coyunturales, la unidad de fondo del nacionalismo en sus dos vertientes (PNV-HB-ETA) es un hecho probado. Los contactos en todos sus frentes desde 1977 son una constante.

Tras estas palabras de Arzalluz, qué decir de la Ertzaintza. Los autores no dudan en afirmar que “es la única policía del mundo que paga un Estado y está a favor de sus enemigos”. Preparada por el PNV ilegalmente antes de su nacimiento oficial, la Ertzaintza, considerada como su policía por el PNV, ha oscilado siempre entre la persecución del terrorismo y la complicidad con el mismo, por lo que, los autores explican que “si bien ha sufrido los zarpazos del terrorismo como cualquier otro sector social del País Vasco, el PNV y ETA la han acabado convirtiendo en un instrumento más de la construcción nacional y de la independencia”.

El saqueo de Euskadi es un libro que, en palabras del presidente del grupo popular en el Parlamento vasco, Jaime Mayor Oreja, realiza “una radiografía, un scanner y una resonancia de ETA y de un régimen en el que el crimen de ETA y la mentira del PNV se asocian”. A lo largo de 830 páginas se pasa revista a la violencia de ETA en los últimos 30 años, a su vertiente política, sindical, a sus asociaciones afines y, en definitiva, a todo el entramado que rodea a la banda terrorista.

José Díaz Herrera e Isabel Durán hablan de las complicidades que ha encontrado ETA dentro de la Iglesia, de su “conexión” con el PNV (“ETA es el ejército del PNV en la sombra” dice la obra) y del “negocio del euskera”. El libro desgrana como AEK, la coordinadora de alfabetización y euskaldunización, “se ha convertido en el principal centro de adoctrinamiento y captación de militantes de que dispone la banda terrorista en el campo de la educación, y constituye una de las mayores tapaderas legales dedicadas a la financiación encubierta de ETA”. En definitiva, el libro demuestra cómo AEK es la financiera de ETA que paga el coche de Otegi, los cafés de Josu Ternera o la pensión del etarra Xavier Alegría a su mujer, amén de otros cientos de cuentas de la Caja Laboral vinculadas a la banda terrorista. Pagos al contado de medio millón; entrega del impuesto revolucionario, pago de seguros, créditos sin cancelar, información de inspecciones, información de cuentas, etc... todo un mundo, el de ETA y su financiación, que el libro saca a la luz.

Otras asociaciones como Gestoras Pro Amnistía son otro apéndice más de la banda. “Se dedican a nutrir a ETA de jóvenes que sustituyan a las bajas de sus comandos”, además de sacar a los presos de la cárcel. El libro recoge conversaciones entre sus dirigentes que demuestran cómo organizan las jornadas de terrorismo callejero, la mal llamada kale borroka. Y respecto de la Iglesia vasca, la controvertida Iglesia vasca, ¿qué dice la obra? Probablemente se trate del capítulo más triste y demoledor. Nombres y apellidos de curas pistoleros, curas asesinos, curas secuestradores, iglesias-zulo, iglesias-escondite, chivatos con sotana y preceptores de asesinos. Órdenes religiosas afines, como a la que perteneció Arzalluz, la compañía de Jesús, pero más todavía: sacramentinos, agustinos y dominicos, o el obispo Uriarte pidiendo a la Audiencia Nacional misericordia y caridad cristiana para los que lanzaron 17 cócteles molotov contra una policía de la Ertaintza.

Para realizar estas afirmaciones, Díaz y Durán se han valido de numerosos documentos judiciales, otros de las víctimas del terrorismo, y de todas las publicaciones de ETA. Para Mayor Oreja, el libro refleja “el presente”, “una resonancia de un régimen de intereses” que se configura en el País Vasco con “siglas distintas y con objetivos comunes”. Cada capítulo es “una radiografía del miedo, que es el gran protagonista” de El saqueo de Euskadi. “El libro da miedo porque explica el miedo”, comentó Mayor Oreja, quien añadió que hay “un miedo a los comandos de ETA y otro, reverencial, a un ambiente al nacionalismo vasco que impera en el País Vasco”.

La catedrática vasca Edurne Uriarte explicó que una vez concluyó la lectura del libro se preguntó “por qué no habíamos reaccionado antes ante la gravedad de los hechos que se exponen”. “España es uno de los pocos países del mundo donde la mitad de los miembros del Parlamento de Gasteiz han estado en la cárcel por asesinatos, extorsiones y secuestros, y un diputado puede estar tranquilamente tomando café con otro de Herri Batasuna, mientras éste maquina interiormente cómo puede quitárselo de en medio”. Esta escena del café, que se repite muchas veces en el País Vasco, constituye una de las claves del problema.

El libro repasa algunos asesinatos, como el de Antonio García Caballero, policía municipal de Tolosa (Guipúzcoa). Sobre este atentado terrorista, los autores recogen un texto de Zutabe, boletín interno de la banda, en el que se señala que "le ajusticiamos porque amparado en el uniforme realizaba labores de claro colaboracionismo con las fuerzas represivas y opresoras que invaden nuestro pueblo".

El saqueo de Euskadi, de Isabel Durán y José Díaz Herrera, de 830 páginas, acaba de salir a la venta editado por Planeta.


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