En realidad, la elección de María Zambrano es mucho más que una anécdota, y dice mucho del tipo de presencia y de misión que pretende encarnar el Encuentromadrid (EM), organizado por diversas asociaciones vinculadas a Comunión y Liberación.
Efectivamente, una exposición de textos y audiovisuales sobre María Zambrano, primorosamente dispuestos, recibía como pórtico a los visitantes del EM08. A través de ella, podía comprenderse el amor a la verdad que guió siempre la vida de esta mujer, su vocación educadora y su apertura al Misterio. Es cierto que la izquierda cultural y política ha secuestrado la figura de Zambrano, pero un simple acercamiento a sus principales obras nos demuestra cuán lejos se encontraba de los tópicos intelectuales y del ánimo vital de quienes han tratado de apropiarse de su pensamiento. Eligiendo a María Zambrano el EM08 ha demostrado su deseo de encontrarse y reconocerse con cualquier experiencia verdaderamente humana. Y de paso, ha rescatado a una pensadora cristiana del secuestro que padecía.
El evento se inauguró mediante un coloquio con Monseñor Fernando Sebastián sobre la tarea de los católicos en el actual momento de España. El arzobispo emérito de Pamplona señaló que los católicos españoles no deben conceder espacio al desasosiego tras el 9-M. "Nosotros no somos la oposición, somos la Iglesia de Jesús, y nuestra tarea consiste en testimoniar la salvación de Cristo y acercar a los hombres su mensaje". Eso no significa dejar de ser conscientes de las coordenadas históricas que nos tocan vivir. Por ejemplo, Sebastián advirtió que el PSOE está llevando a cabo una auténtica revolución cultural, y subrayó la necesidad de que los católicos se constituyan como interlocutores culturales serios de esa corriente.
En cuanto a la disposición de ánimo de los católicos para la misión, sostuvo la necesidad de no dar por supuesta la fe, como si fuera un dato sociológico e histórico inamovible. Con un juicio provocador y paradójico, sostuvo que "España ha sido en su historia más católica que los españoles". Hoy lo normal, continuó, es que la gente viva alejada de Dios y de su Iglesia, y no deberíamos asombrarnos ni enfadarnos por este hecho, sino salir a su encuentro con el anuncio salvador de Cristo, sin regañinas, mostrándoles la belleza y la verdad del cristianismo vivido en nuestras comunidades. Mons. Sebastián señaló que al rechazar la grandeza de Dios, el hombre ha caído en una egolatría que devora su propia grandeza, que reduce la vida y el mundo a pura mecánica, y por eso pidió al mundo católico que no se cierre sobre sí mismo, sino que busque encontrar a la gente más alejada, a los más necesitados y heridos.
Otro momento central del EM08 lo constituyó la mesa redonda sobre construcción social en la que intervinieron dos invitados procedentes de América Latina: Freddy Guevara, uno de los responsables del movimiento estudiantil venezolano, y Marcos Zerbini, líder del movimiento de los Sin Tierra de Brasil. Guevara explicó como se ha fraguado la resistencia de los estudiantes venezolanos frente al proyecto totalitario de Chávez, basada en una afirmación de la libertad y la dignidad de todo hombre, y no en esquemas ideológicos o de poder. Por su parte, Zerbini narró el desarrollo de su movimiento, nacido de la Pastoral Social de la Iglesia Católica, como respuesta a las necesidades de vivienda, de educación y de atención sanitaria de decenas de miles de personas.
Pero además Zerbini describió su itinerario personal, que le ha llevado junto con su mujer, Cleuza, al reconocimiento del carisma de CL como la forma de vivir la fe que siempre habían deseado y buscado, precisamente en un momento en que su impulso original se agotaba y crecían los reproches y el cansancio. Este reconocimiento se ha plasmado recientemente en un gesto público en la catedral de Sao Paulo, en el que Marcos y Cleuza han confiado a los 50.000 miembros de su movimiento a la guía de Julián Carrón, presidente de la Fraternidad de CL. Un acontecimiento ciertamente histórico, llamado a descabalar los análisis de muchos observadores superficiales de la actualidad eclesial.
La literatura (impresionante introducción a la lectura de Vida y destino, de V. Grossman), la ciencia (su relación con la búsqueda de la verdad y con la apertura al Misterio) y la música (exposición audiovisual sobre la historia de la Ópera, conciertos de Jazz y música pop-rock española) han sido una vez más elementos importantes de este EM, que sin embargo no puede reducirse a la lista de mesas redondas, exposiciones, conferencias o espectáculos que conforman su programa. El verdadero protagonista de este evento es el pueblo que le da vida, que lo sostiene a través de cientos de voluntarios, que celebra con la fiesta y el canto la belleza de una fe que abraza todos los aspectos de lo humano, y que prolonga a través de apasionadas conversaciones los argumentos lanzados desde las mesas debate. Un pueblo que reúne ya a tres generaciones y que se hizo especialmente visible en la noche del sábado, durante el concierto dedicado al cantautor Claudio Chieffo, recientemente fallecido.
El EM08 se clausuró el domingo con sendas intervenciones de José Miguel Oriol (presidente de Ediciones Encuentro, que cumple ahora 30 años de vida) y de Giancarlo Cesana, uno de los líderes históricos de CL. Ambos explicaron a través de su propia peripecia personal por qué el camino para descubrir la verdad consiste en vivir una experiencia. Oriol recorrió su itinerario desde los movimientos cristianos de izquierdas de finales de los 60, crecientemente ideologizados y separados de la relación vital con la Iglesia, hasta el reencuentro con ésta a través de la figura de Don Giussani: "Cristo está un instante antes de todos tus esfuerzos", le dijo el fundador de CL tras escuchar su recorrido.
Cesana concluyó con la afirmación de que la verdad es un hecho afectivo, no una idea. Por eso el cristianismo no es un discurso, una filosofía o una moral, sino el acontecimiento de un encuentro que cambia la vida, como dice Benedicto XVI al comienzo de la Deus Caritas Est. Por eso también, su difusión requiere multiplicar encuentros como éste, al que se han acercado con curiosidad y deseo, numerosas personas todavía alejadas de la vida de la Iglesia.