Lo políticamente incorrecto, como es el caso de lo cristiano, carece de ecos adecuados en los medios; y como hoy lo que no está en los media es como si no existiera, pues resulta que nos encontramos ante una censura incruenta y sin responsables identificables con nombres y apellidos. Casi ningún gurú de la cultura quiere ser señalado por los progres y acusado de favorecer a colectivos indeseables, como los cristianos.
Veamos algunos ejemplos de esta censura mediática. A finales de septiembre de 2004 llegó a los cines de los Estados Unidos una película sobre la vida de Santa Teresa del Niño Jesús, Thérèse, del director Leonardo Defilippis. Haciendo un recorrido por su infancia, la entrada en el Carmelo y su muerte por tuberculosis a los 24 años, la cinta subraya la evolución del carácter de la joven doctora de la Iglesia, así como su camino espiritual. Para Defilippis, quien también representa el papel del padre de Santa Teresita –Louis Martin--, la película es un trabajo y un ejercicio de fe. El film es responsabilidad de Luke Films, Inc. que es la división de financiación y distribución de películas de Saint Luke Productions, compañía que ha producido en vivo y en video desde 1980. Fundada por Leonardo Defilippis el 2000, Luke Films procura producir largometrajes y documentales de calidad relacionados con la experiencia de la fe. Tiene su sede en Portland, Oregon, y es una organización sin ánimo de lucro y lleva adelante sus proyectos gracias a las donaciones de personas de todo el mundo. La película ha ido bien en taquilla, pero aquí la estamos esperando sentados al sol.
Eso no es nada. Llevamos muchos años sentados esperando La séptima morada de Martha Meszaros, sobre la filósofa judía carmelita Edith Stein; o Cristina, hija de Lavrans, de Liv Ullman, adaptación de la gran novela de Sigrid Unset; o Hermano de nuestro Dios, del director polaco Krzysztof Zanussi, la única película cuyos diálogos están escritos por Karol Woytila, y cuyo guión es una adaptación de su obra teatral. De la última y excelente película de Zanussi, La vida como una enfermedad mortal sexualmente transmisible, tampoco se ha oído hablar. Y por poner un ejemplo más, también podríamos hablar de la interesantísima cinta italiana Caso mai, de Alessandro D'Alatri, que aborda la cuestión del matrimonio con inteligencia y profundidad.
Otro caso. ¿Sabían ustedes que en el último Festival de Sundance, en marzo, el religioso salesiano Ángel José Fernández presentó Ilusiones renovadas, cortometraje sobre la eutanasia que resalta el valor de la esperanza y el amor? En dicho Festival se bautizó jocosamente la cinta como Anti Mar adentro. En dicho evento, el cortometraje obtuvo la mención al valor humano reflejado en la obra del salesiano. Narra la historia de Marina y Carlos, una joven pareja de novios que prometen casarse, pero un trágico accidente provocará que Carlos entre en coma, sin poder despertarse. La novia intentará por todos los medios despertar a Carlos, siendo fiel al amor que siente por él. La cinta plantea el tema de la eutanasia y cómo situarse ante ella. La protagonista busca respuestas en la magia o la psicología. Pero el encuentro con un sacerdote le ofrecerá la luz para enfrentar humanamente la situación. Con la película “he querido transmitir el valor de la esperanza, del amor y de la fe”, ha declarado el director del cortometraje. Los actores son jóvenes que, con sus propias aportaciones, han sufragado los gastos de la producción de la cinta.