José María Aznar ha estado a la altura de las circunstancias. En un momento difícil y complicado, en una situación en la que la oposición ya prepara toda su artillería demagógica y propagandística, el presidente del Gobierno ha respondido con solvencia, credibilidad, seriedad y consistencia. En la declaración institucional leída este domingo en el Palacio de la Moncloa hemos visto al Aznar que coge el toro por los cuernos, que no se esconde ante los problemas y que afronta las situaciones —sean del color que sean— con todo el arrojo necesario. Este Aznar es el Aznar que ganó con mayoría absoluta. Un presidente del Gobierno lejos de la palabrería barata, un jefe de Gobierno argumentando, ofreciendo explicaciones y clarificando las decisiones y la gestión política.
El presidente Aznar, en la declaración institucional, ha sabido salir al paso y responder a todas las cuestiones que los ciudadanos se plantean después del duro atentado del sábado en Irak. Aznar ha sabido afrontar la crisis con serenidad y con inteligencia. Mensajes nítidos y claros para todos: "España seguirá luchando contra el terrorismo". "Estamos donde tenemos que estar". "Hay razones para seguir en Irak: la democracia, el Estado de Derecho y la paz". "Somos una nación grande y hay que saberlo demostrar en los momentos difíciles". Son algunas de las ideas que José María Aznar ha ido desgranando desde el atril institucional de Moncloa. Rostro serio, corbata negra, intervención medida y muy bien preparada.
En esta ocasión, Aznar ha estado a la altura de un hombre de Estado. Ha dado la cara, ha asumido todo el protagonismo que le corresponde como jefe del Gobierno, ha sido contundente con las ideas expuestas, ha dado la talla que la gran mayoría de los españoles esperaban de él. Y además ha dejado en evidencia a una oposición paupérrima en sus estrategias y lastimosa en sus planteamientos. Zapatero y Llamazares, como marcianos recién aterrizados en el planeta tierra, han vuelto a ofrecer una imagen deleznable. Definitivamente, es su problema. En esta ocasión, lo importante era que el presidente del Gobierno estuviera a la altura, y lo ha estado con creces. ¡Muy bien!