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Ignacio Villa

Bazofia impresa

La afirmación realizada desde el Grupo Prisa envía un claro mensaje: Contra Aznar vale todo

El ventilador, definitivamente, está encendido. El Grupo Prisa se ha encargado, desde un editorial del diario El País, de abrir la puerta al odio, al rencor y a la bazofia política. Con esta posición impresa en las páginas del diario de Polanco se da un paso desconocido en la democracia española.

La dialéctica política, el enfrentamiento parlamentario o incluso la crispación entre distintos partidos, no justifica nunca traspasar la línea del respeto democrático. Parece que no les importa en exceso la estabilidad y la normalidad. Para ellos, por encima de todo, están las fobias personales. Han decidido demoler todo lo que huela a José María Aznar, y parece que para ello van a utilizar todos los medios a su alcance. Con un estilo más propio del gangsterismo que de las reglas democráticas, quieren vapulear todo lo que se mueva y no esté con ellos.

¿En qué cabeza cabe una comparación entre un presidente del Gobierno de España, elegido democráticamente con mayoría absoluta, con el "terrorista de terroristas"? ¿Dónde se quiere llegar? ¿Cuánto nerviosismo esconde esta actitud hacia Aznar desde unos medios que tienen mucho de lo que responder por lo ocurrido el 13 de marzo? ¿Con qué derecho el Grupo PrIsa realiza esta comparación, cuando ellos alentaron desde su radio el asalto de las sedes del PP en la jornada de reflexión?

El editorial del diario El País no ha sido un simple desliz, o una frase descuidada perdida en las páginas de un periódico. La afirmación realizada desde el Grupo Prisa envía un claro mensaje: contra Aznar vale todo. Un mensaje para los populares, pero también para los propios socialistas. El objetivo es Aznar, laminar toda huella del ex presidente del Gobierno. Con esa intención, están dispuestos a lo que sea. Y es que cuanto más enredados están en la manipulación, más quieren enredarnos a todos. Pero esta vez han tocado fondo, se han delatado de tal manera que ahora veremos lo que pasa. Están actuando como dueños de una situación de la que no son propietarios. Y lo siento pero no. No queremos comer de su bazofia.

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