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Ignacio Villa

El hablador profesional

con este panorama, lo más urgente es que Jesús Caldera se calle durante un tiempo. Al menos las hemerotecas, no le sacarán durante una temporada las vergüenzas.

Cuando un político habla tanto, durante tanto tiempo y de tantas cosas, al final la hemeroteca le juega tremendas malas pasadas. Supongo que ya se habrán dado cuenta que estos calificativos de "hablador profesional" hacen referencia directa a Jesús Caldera, ministro de Trabajo y de Asuntos Sociales. Y que, por cierto, ha sido el designado por el presidente Zapatero para vender con "entusiasmo inexplicable" el coladero que han convertido la regularización de inmigrantes ilegales en nuestro país.
 
Jesus Caldera, que como saben se le conoce en los ambientes parlamentarios como "Mister Typpex" después del intento de falsificar documentos oficiales durante el desastre del Prestige, ha vuelto a quedar en evidencia. Recordarán todos ustedes, como este hombre cuando era portavoz parlamentario del PSOE prometió que en caso de ganar las elecciones el Ejecutivo de Zapatero desmilitarizaría la Guardia Civil. Ha pasado un año, y ha sido el propio Director General de la Guardia Civil quién ha sacado los colores a Caldera diciendo que esa propuesta es absolutamente inviable.
 
Pero en fin, esta es la ultima de una larga serie. Hace pocos días era el propio Zapatero el que decía que el traslado a Cataluña del Archivo de Salamanca era una puerta abierta a otros traslados como al País Vasco. Una afirmación que volvía a corregir a Caldera cuando, en la última campaña electoral, advertía que el traslado de del citado Archivo salmantino no crearía ningún precedente.
 
Como ven, el ministro de Trabajo debería de callar por una temporada, aunque ciertamente con el desaguisado que ha ejecutado en el proceso de regularización de inmigrantes, lo que tendría que hacer es retirarse de la política. Caldera ha conseguido algo que parecía posible, pero complicado: convertir las fronteras de España en un auténtico coladero. Además de esmerarse en ese coladero, el ministro de Trabajo ha conseguido que centenares de miles de inmigrantes digan tener un trabajo que no existe; en un favor tremendo que desde el Gobierno se ha realizado a conciencia a las mafias.
 
Lo dicho, con este panorama, lo más urgente es que Jesús Caldera se calle durante un tiempo. Al menos las hemerotecas, no le sacarán durante una temporada las vergüenzas.

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