Menú
Ignacio Villa

El hacha de guerra

Ya es inevitable. La campaña electoral es una realidad. Toda la artillería se pone a punto en el arranque de lo que van a ser dos intensos años electorales. En este contexto hay que entender la intervención de José María Aznar en Santiago de Compostela el pasado sábado. El acto, enmarcado en la tradicional romería del PP en el Monte do Gozo, se consideraba como una buena ocasión para calentar el ambiente electoral. La realidad fue más allá, convirtiendose en un verdadero mitin de campaña con un objetivo: crticar la gestión y el proyecto de José Luis Rodríguez Zapatero.

Precisamente ese planteamiento, por su novedad, es el que llama poderosamente la atención. Aznar ha puesto las cartas encima de la mesa desde el primer momento. En esta ocasión, por lo visto y escuchado, la estrategia del Partido Popular, no va a ser una simple "venta" de la gestión. Esta nueva estrategia va a pivotar también en una clara campaña de desgaste del actual secretario general de los socialistas. La falta de proyecto y de liderazgo, la ausencia de solidez y de alternativa fueron los argumentos "demoledores" del presidente Aznar en lo que se considera un auténtico "aperitivo" de lo que está por venir. La dureza dialéctica con la que Aznar se ha manifestado en Galicia, nos muestra el camino escogido para los próximos meses electorales.

De todas formas, esta estrategia también deja al descubierto la preocupación que existe en el partido gobernante por las posibilidades reales de la candidatura de Rodriguez Zapatero en el 2004. Es cierto que en estos momentos esa candidatura se considera todavía endeble e inconsistente. Pero también es verdad que unos buenos resultados socialistas en las municipales y autonómicas con su correspondiente explotación posterior, podrían provocar unas ciertas expectativas psicológicas para los socialistas. En estos momentos, con cuatro puntos de ventaja, la victoria del PSOE es impensable, pero Aznar no quiere sorpresas de última hora y prefiere asegurar la victoria del PP en el año de su retirada.

En este sentido, se percibe una novedad que sugieren desde la calle Génova. El presidente del Gobierno no se quiere desentender de lo que ocurra en marzo de 2004. Es más, desde el Partido Popular insisten en que el "proyecto Aznar" incluye también la victoria en las citadas elecciones generales. Abandonar la Moncloa con una derrota, añaden algunos populares cualificados, sería muy doloroso para el presidente Aznar. Dentro de su proyecto de futuro, es un cimiento imprescindible que el PP siga en el poder una vez él se haya retirado. Esa sería la mejor señal, añaden, de que el proyecto de Aznar continúa.

En resumen, parece que los ánimos comienzan a recuperarse dentro del Partido Popular. La causa de esta recuperación es la claridad con que el presidente del Gobierno se ha implicado, ya, en el proyecto electoral. El hacha política ha sido desenterrada.

En España

    0
    comentarios