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Ignacio Villa

El talante de la imposición

Esperemos ahora que los convocantes de la manifestación, que han hecho gala de una excelente capacidad para organizar la movilización del sábado, no se dejen embaucar por un presidente del Gobierno que sabe muy bien lo que quiere

¡Qué poco dura la alegría en la casa del pobre! El domingo, desde Moncloa, se filtraba a los medios amigos que el presidente del Gobierno estaba dispuesto a dialogar, con los convocantes de la manifestación del pasado sábado en Madrid a favor de la libertad en la educación. Eso era el domingo. El lunes desde Bruselas la ministra Sansegundo advertía que la ley no iba a ser retirada del Congreso y que ella no pensaba dimitir. El miércoles, Zapatero en el Senado, ha insistido en lo mismo: la ley socialista de educación es estupenda y mienten aquellos que dicen que es una iniciativa claramente estatalista.
 
Si tan claro lo tienen en este Gobierno, ¿dónde está el diálogo? Si dicen que están dispuestos a hablar, ¿cuáles son los límites de esa negociación? Si tan convencidos están de su ley, ¿qué disposición tienen para cambiar algún punto de esa iniciativa? Estamos en lo de siempre. Primero insultan y atacan, luego se asustan y buscan una foto, para terminar evidenciando su carácter totalitario a la hora de hacer política.
 
Rodríguez Zapatero recibe este jueves en Moncloa a los convocantes de la masiva manifestación del sábado. ¿Para qué? Para hacerse la foto. Exclusivamente. Zapatero no está dispuesto a cambiar la ley, no está dispuesto a ceder en su proyecto educativo, no está dispuesto a renunciar a su idea de arrinconar la religión. Entonces, ¿para qué tanta reunión inútil y vacía de contenido? Sencillamente para buscar un golpe de efecto. Aunque a estas alturas ya no hay golpes, ni tiene efectos. Estamos ante una burda maniobra más para amortiguar el desgaste demoledor que está sufriendo este Gobierno.
 
Esperemos ahora que los convocantes de la manifestación, que han hecho gala de una excelente capacidad para organizar la movilización del sábado, no se dejen embaucar por un presidente del Gobierno que sabe muy bien lo que quiere. Y que para conseguir esos objetivos pasa por encima de carros y carretas. La reunión de este jueves en Moncloa no sirve para nada. Tiene que servir sólo para demostrar el verdadero talante de Zapatero. El talante de la imposición.

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