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Ignacio Villa

¿En nombre de quién habla Alicia Moreno?

Estamos asistiendo a un nuevo esperpento del alcalde de Madrid. Retira la obra de Rubianes, pero no lo reconoce porque, al estar en año electoral, a Gallardón le da pavor cualquier tropiezo

Por más que se recuerde que la mentira en política nunca es rentable, parece que los políticos no terminan de convencerse. El escándalo provocado por la contratación de Pepe Rubianes en el Teatro Español no ha terminado todavía. El alcalde de Madrid ha buscado un golpe de mano que le hiciera recuperar el apoyo de sus votantes, pero se le ha visto el truco por torpe, tosco y zafio.
 
Rubianes iba a representar en Madrid una obra en un ciclo sobre García Lorca programado en el Teatro Español, propiedad del Ayuntamiento de Madrid. Rubianes, que insultó gravemente a España en la televisión pública catalana, pretendía ahora con el dinero de los madrileños representar su obra en Madrid, como si no hubiera pasado nada.
 
El alcalde fue preguntado hace una semana por esta contratación y entonces alegó no saber nada. Este jueves, muchos días después, Gallardón aseguró que esa obra no se iba a representar, sin querer ofrecer más detalles. Desde ese momento todo empezó a complicarse. Mario Gas, director del Teatro, afirmó que la obra se iba a retirar; luego conocimos un comunicado de Rubianes explicando que no venía a Madrid por el "agresivo y desmesurado ambiente" generado. Por último, el Ayuntamiento apuntaba que ellos no habían prohibido ninguna representación. Un auténtico guirigay artificioso diseñado para que la polémica no dejara mal a nadie, complicando todo al máximo para que al final se quedara en nada.
 
El problema es que este viernes se ha subido a la polémica, también, la concejala de las artes, Alicia Moreno, verdadera responsable política de la contratación. Moreno, que hasta entonces se había quitado de en medio, ha criticado la retirada de la obra de Rubianes del Español dando a entender que esa retirada será temporal, dejando claro además que no comparte la decisión que se ha tomado.
 
¿Moreno habla por sí misma o por Gallardón? Si lo hace en su nombre debe dimitir de inmediato, por actuar en contra del criterio del PP. Si lo hace en nombre de Gallardón, deberían ser los dos quienes abandonaran sus cargos. Estamos asistiendo a un nuevo esperpento del alcalde de Madrid. Retira la obra de Rubianes, pero no lo reconoce porque, al estar en año electoral, a Gallardón le da pavor cualquier tropiezo.
 
El alcalde tiene que explicar los hechos y, cuando lo haga, Alicia Moreno no debería estar ya en el Ayuntamiento. Sí sigue todavía sería la confirmación evidente de que es Gallardón quien ha promovido esas declaraciones. Pero en todo caso, el alcalde está mintiendo a los madrileños. Y eso, en año de elecciones, no resulta muy rentable.

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