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Ignacio Villa

La claudicación de Zapatero

A los españoles sí nos interesa saber qué está haciendo el Gobierno socialista. Queremos saber qué ha pactado, en que ha cedido y en que ha bajado la cabeza

Después del espectáculo lamentable, que nada tiene que ver con una democracia occidental, ofrecido por Zapatero e Ibarretxe en La Moncloa, los ciudadanos españoles tenemos todo el derecho para pensar lo peor. Dos horas de reunión concluidas con dos escuetos comunicados que confirman a todas luces que el Gobierno Zapatero ha abierto la puerta de la negociación con Ibarretxe y con los terroristas de Batasuna. Una negociación sin publicidad mediática y con un grave error: el Gobierno español ha aceptado ser tratado de tú a tú en una situación en la que tiene que saber guardar su posición de Ejecutivo nacional.
 
De la entrevista entre Zapatero e Ibarretxe nos quedan muchas aberraciones más. Además de aceptar un diálogo de igual a igual, el presidente del Gobierno, de forma cobarde, ha borrado de su lenguaje la palabra terrorismo. Para Zapatero parece que la banda terrorista ETA ha desaparecido del mapa, y además se limita a mencionar la violencia, cuando lo que pasa –que se sepa– es que en el País Vasco hay terrorismo puro y duro. Y sino que se lo pregunten a tantísimos cargos públicos del PP y del PSOE que viven junto a los escoltas.
 
Sólo encontramos en ese "triste comunicado" una mención a las víctimas del terrorismo, para rogar a Ibarretxe que ponga un mayor esfuerzo en su reconocimiento. ¡Señor presidente!, parece que estamos ante un mal sueño. Es tremendo observar como el jefe del Gobierno de España ha claudicado tan fácilmente ante los terroristas. Ha caído en la trampa, como resultado de ese afán protagonista de ponerse la medalla de la paz en el País Vasco.
 
Zapatero quiere pasar a la historia, y lo ha conseguido ya. Zapatero ha claudicado ante el nacionalismo y ante el terrorismo. Se está dejando llevar por aquellos que quieren romper España, por aquellos que sólo han entendido el lenguaje del coche bomba, por aquellos que apuestan por un País Vasco totalitario. Zapatero, obsesionado con sus visiones, está triturando el trabajo de muchos demócratas españoles que durante años han sacrificado su vida por unos ideales. Con este presidente del Gobierno se ha tirado todo por la borda.

Además, a este panorama hay que añadir las declaraciones delatoras del secretario de organización del PSOE. José Blanco ha dicho que a los españoles sólo les interesa la paz en el País Vasco, lo de menos es la forma en que se pueda alcanzar esa paz. Sinceramente esto no es que suene a los GAL, este era el mismo argumento del felipismo con el terrorismo de Estado. Sin olvidarnos que esa afirmación de Blanco es una solemne mentira. A los españoles sí nos interesa saber qué está haciendo el Gobierno socialista. Queremos saber qué ha pactado, en qué ha cedido y en qué ha bajado la cabeza. Queremos saber y Zapatero calla. Esto nada tiene que ver con la verdadera democracia. Se pongan como se pongan.

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