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Ignacio Villa

La desorientación exterior del PSOE

Las manifestaciones de Máximo Cajal sobre el futuro de Ceuta y de Melilla nos vuelve a situar en una época que parece muy lejana en el tiempo, pero que desde el Partido Socialista se encargan una y otra vez en recordarnos a todos. Este diplomático, de brillante carrera con el "felipismo", propone ahora que España “devuelva” Ceuta y Melilla a Marruecos, como primer paso para recuperar Gibraltar.¡Qué lucidez la de este antiguo embajador!

Y es que hay que tener en cuenta que Máximo Cajal no es un cualquiera. En la época del "felipismo", Cajal fue uno de los diplomáticos de "cámara" del Partido Socialista. Estaba junto a Miguel Angel Moratinos, Jorge Dezcallar o Carlos Westendorp en el núcleo duro de la diplomacia militante que los socialistas organizaron en sus años de gobierno. Máximo Cajal estuvo siempre en puestos importantes durante los años de González y es por lo tanto un representante cualificado de entonces. Quizá por ello, a nadie le puede sorprender que ahora se descuelgue con este tipo de afirmaciones, Máximo Cajal fue uno de los promotores de la desastrosa política exterior de los socialistas y por ello sigue siendo uno de los fieles defensores de la desorientación exterior.

La propuesta que realiza Máximo Cajal en el libro que va a presentar, titulado "Ceuta, Melilla, Olivenza y Gibraltar. ¿Dónde acaba España?" recupera el viejo estilo socialista de hacer política exterior. La política de las ocurrencias, la política de las banalidades, la política de las vaciedades, la política de la nada. ¿Habrá pensado este señor, aunque haya sido sólo durante unos minutos, la colección de tonterías que se pueden escribir, sin más problema? Máximo Cajal, asesor del Partido Socialista e n política exterior, es un exponente más de lo que está ocurriendo en la dirección socialista y en todas las ramificaciones que se están construyendo en los alrededores.

Leyendo con detenimiento estas "ocurrencias" de Cajal, poco nos pueden extrañar las permanentes "genialidades" de Rodríguez Zapatero en cualquier asunto que toque. El secretario general de los socialistas se ha rodeado de una "cuadrilla" de colaboradores, asesores y "aconsejadores" que le llenan el camino de minas políticas que explotan continuamente y en cadena. Escuchando a Cajal, nadie puede tener la más mínima duda de lo que está pasando en el Partido Socialista: Ni se desprenden de las hipotecas del pasado, ni saben construir para el futuro. Zapatero no ha sabido elaborar un proyecto serio y de verdad. Y ahora le crecen los problemas en cada esquina. Hoy es Máximo Cajal; la semana pasada eran los Ibarra, Corcuera y compañía; siempre está sobrevolando Felipe; y la semana próxima ya veremos. Lo que esta claro es que aburrirnos no nos vamos a aburrir. Estos chicos son una auténtica caja de sorpresas.

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