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Ignacio Villa

La Operación Triunfo de Aznar

El Gobierno del Partido Popular se ha sumergido a toque de corneta en una verdadera "operación triunfo" con el objetivo de reflotar el liderazgo del presidente Aznar. Un liderazgo maltrecho por una actitud que en los propios pasillos populares no entienden. En el momento más complicado y difícil de la legislatura, comentan, Aznar no ha cogido "el toro por los cuernos". El presidente ha actuado como si tuviera la cabeza en otra parte. La reacción lenta y sin reflejos del inquilino de La Moncloa ha provocado las críticas, en voz baja, de más de un ministro. Para algunos miembros del Ejecutivo esta forma de reaccionar de Aznar, en el desastre del "Prestige", recuerda al Aznar que intervino en el último Debate sobre el Estado de la Nación. ¿Qué le pasa al presidente?, se vuelven a preguntar preocupados aquellos líderes populares que ya en el pasado mes de julio se planteaban lo mismo al observar una actitud, en el presidente, por encima del bien y del mal durante el citado Debate.

Aznar ha estado desaparecido, por más que nos lo pinten de color de rosa. El estilo que hemos conocido en otras épocas del presidente del Gobierno era bien diferente. Aznar siempre ha sido un trabajador incansable, conocedor al detalle de los problemas. Su llegada a La Moncloa supuso un revulsivo en la forma de hacer política doméstica y diaria. Es verdad que Aznar, en esta ocasión, ha impulsado medidas económicas y fiscales, pero esto no es una multinacional. La política no es una cuenta de resultados. La política son gestos, y en el caso de un presidente del Gobierno la política es liderazgo. El Gobierno no ha ejercido el liderazgo necesario desde el momento en que se ha intentado tapar la realidad del "chapapote". Ahora que la evidencia es incontestable, desde el Gobierno se intenta recuperar el tiempo perdido, se intenta recuperar el liderazgo.

En este esfuerzo por recobrar la iniciativa, desde el Gobierno se han lanzado a una auténtica "operación triunfo" en favor del líder. No en vano, la entrevista al presidente en TVE, anunciada de improviso, se ha programado en horario de máxima audiencia, justo antes del ya famoso programa musical. Aznar intenta, pues, recuperar un terreno perdido, pero sin pisar por el momento la tierra gallega. Y en esta ocasión, además, con una "pequeña trampa": Aznar no podrá ser nominado para abandonar la Academia. ¡Así cualquiera!

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