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Ignacio Villa

Los silencios del PP

José María Aznar ha decidido comenzar a descorrer levemente la cortinilla del futuro. El presidente del Gobierno ha dejado en el camino algunas pistas sobre lo que puede ser el futuro del Partido Popular. Y por el momento la respuesta ha sido el silencio; desde las filas populares nadie se ha atrevido a decir nada. Unos por miedo, otros por desconcierto, algunos por enfado y unos pocos porque se han dado cuenta de que la propuesta de Aznar tiene, de momento, algunas dificultades reales para su puesta en marcha.

Hay muchos que como se dice vulgarmente “se han enterado por la prensa” y que prefieren esconderse en el silencio de la ignorancia. Más de uno ocupa un puesto de relevancia dentro del PP pero desconocían los planes del ”jefe”. Hay otros que prefieren guardar silencio por puro desconcierto, no esperaban una estrategia de estas características y antes de quedar señalados por indiscretos, han optado por pasar desapercibidos. Existe también un grupo numeroso de “enfadados”, que no entienden las razones que pueden haber llevado al presidente a anunciar sus intenciones en la prensa, antes que en los órganos del partido. Piensan que estas cosas no deben airearse en los medios de comunicación y en todo caso debe de ser informada antes la dirección del partido.

Y por último ha aparecido un grupo reducido, pero selecto, de dirigentes populares que observan algunos inconvenientes serios para ejecutar lo anunciado por Aznar. Recuerdan que el presidente del Gobierno, en ningún momento, ha dicho que vaya a renunciar a su cargo de presidente del PP. Aznar ha explicado que el futuro candidato a la presidencia del Gobierno canalizará también el liderazgo dentro del partido, pero no ha explicitado que será el presidente del PP. Un matiz que no debería pasar desapercibido, puesto que cuando José María Aznar descubre algunas de las cartas mide bien los tiempos, dejando siempre recovecos para la interpretación. Es decir, Aznar, en ningún momento, ha dicho que dejará la presidencia del PP, más bien al contrario.

Esta es posiblemente una de las cuestiones más importantes y de la que el presidente Aznar no ha explicado todas las posibilidades. Es verdad que la bicefalia, como se había aplicado al PP hasta el momento, ya no tiene sentido, pero bien se podría dar otra bicefalia: por un lado estaría el candidato a la presidencia del Gobierno y líder del PP, por otro lado estaría el presidente del partido y de la Fundación del PP, la verdadera “factoria” de ideas del centro reformismo. Es decir, dos cabezas distintas y con funciones diferentes a las inicialmente previstas.

En fin, que no es todo tan fácil como se ha predicado a los cuatro vientos. El presidente Aznar ha enseñado una carta de la baraja, pero quedan otras muchas por descubrir y, sobre todo, faltan por conocer muchas combinaciones posibles y diferentes que están todavía guardadas. De todas formas, en toda esta historia hay un precedente que no es bueno: muchos dirigentes del PP se han enterado de los planes del presidente de su partido por la prensa y eso no ha gustado.


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