En Moncloa nos están acostumbrando mal a los medios de comunicación. No tenemos jornada informativa sin la "flor" cotidiana del presidente del Gobierno. Hay veces que parece que sus "desbarres" son propios de un presidente inmaduro e irresponsable; pero después, cuando se reflexiona sobre la "perla" diaria correspondiente, se percibe en Zapatero un alto grado de intencionalidad muy preocupante.
La última ha sido –como ya conocerán ustedes– la declaración de Zapatero, en la emisora amiga, sobre el Rey de España. El jefe del Ejecutivo ha escogido la fecha republicana del 14 de abril, para decir que está "muy tranquilo y muy contento" porque el Rey Juan Carlos es bastante republicano, para a renglón seguido llenar de "piropos republicanos" al Monarca. Eso sí, ante la pregunta "prevista" de Gabilondo sobre sí el PSOE sigue siendo republicano se ha escapado diciendo que los socialistas aceptan la Constitución española y para concluir que los valores de la II República son visibles en la sociedad española.
Lo de este hombre asusta cada día más. No hace mucho tiempo, cuando este Gobierno abrió en canal las heridas de las guerra e inició la revisión de la transición española surgió una advertencia llena de sentido común: “cuidado que sí el PSOE se pone a revisar los acuerdos de la transición, van a terminar revisando la Monarquía". Y ya lo ven. No han pasado muchos días para que el propio presidente del Gobierno, utilizando esos argumentos laberínticos –de los que es tan amigo– hablara del Rey y de la Republica. Por cierto, dice Zapatero que el PSOE no tiene problemas con "este" Rey porque es "bastante republicano"; y si un futuro Monarca no es tan "republicano", ¿van a cambiar de posición?
Como ven, Zapatero de ingenuidad nada, pero de irresponsabilidad todo. Esto es lo que nos faltaba para completar las celebraciones en el primer aniversario del Gobierno socialista. Por lo que ven están dispuestos a tocar todos los palillos, a crear todas las polémicas y a revolver todo el pasado y todos los principios. ¡Otro zapatiesto! Y ya hemos perdido la cuenta.
