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Ignacio Villa

Si Moratinos sigue siendo ministro ya vale todo

Nunca un país europeo ha podido caer más bajo. Nunca España ha vendido por menos su honor y su forma de hacer política

Después de ver brindar a Miguel Ángel Moratinos con su homólogo marroquí en Rabat, y después de escuchar las alabanzas al trato que Marruecos ofrece a los inmigrantes subsaharianos, surge de inmediato un interrogante; ¿sigue siendo Moratinos ministro del Gobierno?, o, mejor dicho, ¿cómo puede seguir siendo ministro del Gobierno de España un personaje que ha alabado sin tapujos una política de utilización del inmigrante sin ningún respeto a los derechos humanos?
 
El régimen de Marruecos realiza lo que se puede catalogar, sin duda, como la utilización de la inmigración como forma de ejercer la presión política. Primero los lanzan contra las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, en una nueva forma de ocupación. Luego, cuando esa fórmula ya no tiene más recursos, los sueltan en el desierto como si fueran animales. Esa es la política de Marruecos que ha alabado el ministro Moratinos en una actitud sin precedentes en un Gobierno democrático hacía las formas de actuar de un régimen tiránico y despótico.
 
Con toda esta situación nos encontramos ante una duda de difícil solución. O es que el Gobierno de Zapatero se ha hipotecado al máximo con Marruecos para mantener ocultas muchas claves del 11 de marzo, o es que el Ejecutivo español está dispuesto a hacerse compinche de los desmanes antidemocráticos de Mohamed VI. O quizá son la dos cuestiones, que lejos de ser excluyentes se pueden complementar perfectamente.
 
Lo que desde luego es muy llamativo, y nadie ha sido capaz de ofrecer explicación alguna es que el presidente Zapatero se escondiera detrás del atril y del vaso de agua en la reciente cumbre bilateral, incapaz de defender los intereses de España ante el primer ministro de Marruecos. Y ahora nos encontramos con Moratinos brindando con té verde y agradeciendo a Benaissa la forma que tiene Marruecos de luchar contra la inmigración ilegal.
 
Nunca un país europeo ha podido caer más bajo. Nunca España ha vendido por menos su honor y su forma de hacer política. Nunca un Gobierno como el de Zapatero ha dejado humillar de esta forma la historia de su país. Nunca se había visto lo que estamos viendo. Sin ninguna vergüenza y sin ningún pudor, Zapatero está naciendo balilar a España al son de Marruecos. Y eso también forma parte de su estrategia, que pasa por la destrucción de la actual España. En ello están y los hechos lo demuestran.

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