Menú
Ignacio Villa

Una lección para Zapatero

Zapatero ha querido hacerse una foto con las víctimas del terrorismo, como si esto fuera una feria, y se ha tropezado con su propia trampa.

Rodríguez Zapatero ha recibido, este viernes, la más dura lección desde que es presidente del Gobierno. Después de su negativa a acudir al Congreso de Víctimas del Terrorismo, pensaba que con recibir a los organizadores del evento, hacerse la fotografía de rigor y pronunciar sus habituales cuatro palabritas cursis se iba a arreglar todo e iba a amortiguar las muchas críticas recibidas. Pero, como no podía ser de otra forma, la realidad ha sido muy distinta.

Las víctimas del terrorismo han acudido al Palacio de la Moncloa conscientes de la importancia del encuentro. Sabedores de que no podían dejar pasar esta oportunidad para decir a Zapatero qué piensan sobre el final del terrorismo y para explicar, sin ambigüedades, cuales son los principios a los que las víctimas no van a renunciar nunca, por más que Zapatero engole la voz para pronunciar un discurso vacío de contenido.

La entrevista ha sido una lección contundente y nítida para un presidente que ya no habla de terrorismo sino de violencia. Ha tenido que escuchar de las víctimas de ese terrorismo las verdades que prefiere ignorar. Primero: con ETA no se puede pactar. Segundo: el final de la banda pasa obligatoriamente por vencedores y vencidos. Tercero: no se puede priorizar a los asesinos por encima de su víctimas. Zapatero ha tenido que tragar y agachar la cabeza.

Las víctimas han sido acusadas de partidismo, el ministro Caldera ha cerrado la llave de las subvenciones, el comisario Peces ha buscado la división y el PSOE ha criticado las manifestaciones que ha convocado todo el colectivo de víctimas. Aún así, han acudido a Moncloa, dando una lección a Zapatero de señorío, de claridad de ideas y de principios. Un terreno que, por cierto, el presidente del Gobierno no conoce en absoluto. Así, se ha visto forzado a reconocer que ha cometido un error al no ir al Congreso de Valencia. Vergüenza provocan ahora las declaraciones de la vicepresidenta De la Vega o del secretario de Estado Moraleda diciendo que la agenda del presidente estaba llena a rebosar. ¡Cuánta miseria y caradura!

Zapatero ha querido hacerse una foto con las víctimas del terrorismo, como si esto fuera una feria, y se ha tropezado con su propia trampa. Se ha portado muy mal con las víctimas, las ha arrinconado en un momento clave para todos los españoles. Y una teórica tregua de ETA no tiene ningún sentido si las víctimas no ocupan el lugar que les corresponde. Zapatero se ha equivocado y se sigue equivocando. Simplemente porque no tiene en cuenta a las víctimas.

En España

    0
    comentarios