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Isabel Durán

Los trenes de Z

"Zapatero llegó a La Moncloa por unos trenes y puede que la abandone precisamente debido a otros trenes", según hallazgo certero de Carlos Dávila. ¡Paradojas de la vida!

El presidente Z ha visitado este domingo a escondidas y por la puerta de atrás las obras para la alta velocidaz acometidas por su Gobierno en el barcelonés tramo de Hospitalet. En este tramo de los horrores que colapsa la capital catalana y sus alrededores se encuentra también la estación de Sants, sobre la que se ubica la Plaza de los Països Catalans. Su legislatura se hunde entre los socavones produciros en una rotonda dedicada a ese independentismo gracias al cual se sustentan los pilares del máximo responsable de la "obviedad tautológica", es decir, del Gobierno de España. Menudo simbolismo el del propio destino de Z.

Dice el presidente que la prioridad ahora es la seguridad y alude a las responsabilidades de su propio Ejecutivo mientras advierte que no habrá dimisiones. El valiente ZP nos sigue tomando por tontos, pero su fachada se viene abajo, se desmorona cada día que pasa entre ridículos vídeos que son el propio retrato de su inconsistencia, relativismo y nimiedad. Ni siquiera ha bajado a pie de obra. Se ha limitado a mirar por la pasarela cuando en el mismo día en que se producía un nuevo socavón en las obras, y va el vigésimo primero en quince días.

ZP ha oteado el panorama sólo para hacerse la foto y pretender una mendaz asunción de responsabilidades ante el monumento a su legislatura: el veinte por ciento catalán, el Estatuto secesionista, el caos, el desgobierno y unos trenes fantasmas que nadie sabe cuándo empezarán su primer viaje porque por no haber, ya que no hay ni fechas para la reapertura de los servicios de cercanías barceloneses ni para unas inauguraciones electoralistas en el resto de las líneas de unos aves temerarios en Valladolid y Málaga que no hubieran pasado tampoco ni los más elementales periodos de prueba.

El hecho mismo de consagrar un popurrí parlamentario en vísperas de un "acueducto" vacacional debido a la festividad de Todos los Santos, con un pleno dedicado a la memoria histórica, la alta velocidaz y el 11-M juntos, revela hasta qué punto los cimientos de su legislatura se tambalean peligrosamente. La gigantesca montaña de mentiras está a punto de venírsele estrepitosamente abajo al Gobierno. "Zapatero llegó a La Moncloa por unos trenes y puede que la abandone precisamente debido a otros trenes", según hallazgo certero de Carlos Dávila. ¡Paradojas de la vida!

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