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Isabel Durán

Mentiras, injurias y cintas magnetofónicas

Zapatero ha dado a los terroristas lo que querían: extender "el conflicto" a Cataluña y politizar sus objetivos. Los etarras se lo han reiterado en un nuevo comunicado, entre bomba y bomba, tras la manifestación de las víctimas.

A falta de quince días para que se cumpla el segundo aniversario de la masacre de 192 personas y 1.500 heridos por los atentados terroristas que cambiaron los designios de la historia de España, el corazón de Madrid ha retumbado bajo sus gélidos, húmedos, lluviosos y desapacibles aires contra la política antiterrorista del hombre que alcanzó el poder tras la brutal carnicería. Millón y medio de personas, sin un solo incidente, han clamado contra José Luis Rodríguez Zapatero porque al terrorismo hay que vencerlo, no pactar con él.

Los quince días previos a la manifestación de la AVT han sido claves y permanecerán en la retina de la Historia para definir al Gobierno que se rindió ante los asesinos. La secuencia de los hechos comenzó con el anuncio de Zapatero del "inicio del principio del fin de ETA" al tiempo que alegaba " problemas de agenda" para no asistir al Congreso de Víctimas del Terrorismo. Sin embargo, sí encontró tiempo para mantener una nueva reunión secreta en La Moncloa, esta vez con el presidente del PNV, Josu Jon Imaz. Al día siguiente, el Parlamento vasco aprobaba una resolución –con la más que simbólica abstención del PSOE– para que se pongan las bases de una paz "sin vencedores ni vencidos".

Rodríguez obtiene entonces la respuesta de la banda: sin el derecho de autodeterminación "se prolongará el conflicto". Bajo el lema "somos una nación y tenemos derecho a decidir", Esquerra Republicana sacaba a su gente a manifestarse en Barcelona. Eslogan soberanista mimético al objetivo de los terroristas independentistas vascos de ETA. Carod, el socio cornudo del presidente, ha amenazado con hablar. Y es que Zapatero ha dado a los terroristas lo que querían: extender "el conflicto" a Cataluña y politizar sus objetivos. Los etarras se lo han reiterado en un nuevo comunicado, entre bomba y bomba, tras la manifestación de las víctimas.

Al Gobierno sólo le queda la infamia. Su portavoz ha declarado tras la macromanifestación del sábado que Aznar nunca se reunió durante sus ocho años de Gobierno "con ninguna asociación de víctimas, sólo con las del PP". Y su alto comisario, Peces, acusa a José Alcaraz de no representar a la mayoría de las víctimas e incluso de grabar sus conversaciones. Injurias, mentiras y cintas magnetofónicas. ¿Qué será lo siguiente? Ya lo han dicho: si ETA vuelve a matar, la culpa la tiene el PP porque no quiere la paz. Como en el 11-M. ¿Un nuevo 11-M?

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