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Isidoro San José

La bestia no apareció

Mientras los resultados de los partidos sean positivos, nadie debe recriminarle a Del Bosque las alineaciones que saca. Es su decisión y punto.

He sufrido más que nunca. Ha costado muchísimo llegar a la final, no tanto por la dificultad que nos haya puesto Portugal, sino porque España no está fresca. Se la ve cansada. Cuando mejor estaba el equipo fue a raíz de que Vicente introdujera los tres cambios, con jugadores de refresco que no han participado en exceso en sus equipos o han tenido una temporada más tranquila, como es el caso de Navas.

Y es que la planificación de la Federación Española cuando hay un evento de esta categoría, como un Mundial o una Eurocopa, deja bastante que desear: la Liga debería acabar bastante antes para que los jugadores puedan llegar más frescos.

Lo hemos visto esta noche ante Portugal, en un partido que ha sido la confirmación de que los jugadores están sufriendo el desgaste físico tras una temporada durísima. Y eso al final pasa factura. Salvo en los primeros cinco minutos, los lusos estaban esperando a ver qué hacía España, que por otra parte ha hecho lo que ha podido dentro de las limitaciones físicas que tienen sus futbolistas.

Simplemente con eso ha bastado para no ver una Portugal peligrosa. No ha aparecido la bestia, que no es otro que Cristiano Ronaldo. Ni siquiera en los penaltis. Lo han planificado tan bien que ha ido a tirar el último y al final no ha lanzado, afortunadamente. Portugal ha bailado casi siempre al son que ha marcado España.

Con la inclusión de Negredo en el once, hemos visto que Vicente tiene muchas alternativas. Cuando apostábamos por Cesc, aparecía Fernando Torres; cuando dábamos a Torres como titular, era Cesc el que jugaba de inicio... y ahora no habíamos apostado por ninguno de los dos y ha aparecido Negredo. Mientras los resultados de los partidos sean positivos, nadie debe recriminarle a Del Bosque las alineaciones que saca. Es su decisión y punto.

Ni tampoco se le pueden poner pegas a los planteamientos de los partidos. Tal vez haya sacado un equipo con menos chispa, pero sí más de desgaste del rival. Aunque, como luego vimos, acabó apostando por Navas y Pedro, dos hombres que, por su forma de jugar, pueden revolucionar el partido y dotar al equipo de más gol.

De cara a la final, tengo una corazonada y creo que jugaremos contra Italia, una selección durísima, muy competitiva. Si nos atenemos al juego, probablemente sea Alemania la que mejor está, pero la azzurra es una caja de sorpresas que siempre está presente en las rondas finales. Es ahora cuando me acuerdo del famoso biscotto y espero que no acabemos arrepintiéndonos de no haber hecho nada por dejar fuera a los italianos. En cualquier caso, sea cual sea el rival en la final, a buen seguro que veremos un partido muy abierto.

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